06-01-2007, 11:19 PM 
		
	
	RECUPEREMOS LA LENGUA Y CULTURA IÑATO: RUFINO BENÍTEZ REYNA
Ángel Trejo
Zitácuaro, Michoacán.- La palabra mazahua pertenece a la lengua mexica y quiere decir lugar donde abunda el venado, pero tal término no sólo designa una región habitada por mexicas sino también a un pueblo indígena diferente con lengua y cultura propias: los jñato, vocablo que en español significa gente que habla.
La etnia jñato se le ha aplicado el nombre mexica de una región antiguamente dominada por los aztecas -como ocurrió con gran parte de las culturas de Mesoamérica, de Zacatecas a Yucatán y Nicaragua y por razones históricas claramente definibles, o simplemente por costumbre y conformidad, dicho pueblo ha aceptado que así lo llamen.
A los jñato no nos molesta que nos llamen mazahuas, pero el nombre verdadero de nuestro pueblo es jñato y lo correcto sería que se nos llamara con nuestro nombre propio, dijo el maestro Rufino Benítez Reyna, autor de un vocabulario básico de su lengua (Jñaa Jñato), poeta y compilador de un libro de cuentos y una antología de poemas, cantos y fiestas en jñato.
Benítez, promotor y supervisor de escuelas bilingües en la región mazahua de Michoacán, no plantea esta reivindicación como una propuesta fundamental para el movimiento de recuperación de la lengua y la cultura jñato, pero sí la considera importante para el propósito urgente de atajar el acelerado proceso de desuso en que últimamente está cayendo su lengua madre.
De acuerdo con información extra-oficial el número aproximado de hablantes de jñato o mazahua es apenas superior a los 30 mil en 14 municipios de los estados de México y Michoacán, incluidos los migrantes en el Distrito Federal. Sin embargo muchas de estas personas sólo son oyentes y no hablantes de jñato, porque la entienden pero no la hablan ni quieren hacer el esfuerzo de hacerlo.
Este es un fenómeno cultural frecuente en jóvenes indígenas bilingües de otras etnias de la República al que no fue ajeno el mismo Benítez Reyna, quien de niño y adolescente en Crecencio Morales, su comunidad natal, entendía bien la lengua de sus padres pero sólo empezó a hablarla hasta que inició estudios especializados de docencia indígena y lingüística en su calidad de maestro rural.
El maestro Benítez Reyna ve detrás de este problema el inevitable e intenso intercambio con la cultura mestiza al que están sujetos los niños y jóvenes indígenas, con la consecuente pérdida de su identidad étnico-lingüística, pero advierte que existen diversas formas de frenar tal proceso con base al fuerte movimiento indigenista desatado en 1994 ahora impulsado por el actual gobierno federal.
El camino está en la enseñanza bilingüe, en el uso sistemático de nuestra lengua por parte de los niños y en la adecuada valoración de nuestras expresiones culturales a través de la literatura, la música, las fiestas tradicionales y la producción artesanal, afirmó el maestro, quien tiene diez años de trabajo en esta empresa de rescate en los municipios de Zitácuaro, Ocampo, Tuxpan y Tlapujahua.
En Michoacán, de acuerdo con datos del propio Benítez Reyna, hay unos tres mil hablantes de jñato y un número similar de personas que lo entienden pero no lo hablan. Entre los primeros se encuentran adultos con más de 30 años de edad y entre los segundos niños, adolescentes y jóvenes. La tarea estratégica, por lo mismo, está localizada en estos últimos segmentos sociales.
En el Estado de México la situación es parecida. El jñato es todavía hablado por unas 24 mil personas en alrededor de diez ayuntamientos Temascalcingo, Atlacomulco, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, Villa Victoria, Villa Allende, Donato Guerra y parte de los municipios de Ixtapan del Oro, Valle de Bravo y Jiquipilco- y entendido por una proporción igual de jóvenes.
El método empleado por los maestros bilingües de jñato-español consiste en enseñar las materias obligatorias de educación básica (pre-primaria, primaria y secundaria) en ambas lenguas y promover en niños y jóvenes la lectura de textos literarios y cantos exclusivamente escritos en jñato (sin traducción al español), así como juegos y fiestas tradicionales de su propia cultura.
Este es el caso de dos de los libros compilados por Benítez Reyna (La antología de fiesta, poesía, canto y cuento en lengua mazahua y Cuentos en lengua mazahua) publicados en 1997, 1998 y el año 2000 con respaldo de los gobiernos federal y estatal de Michoacán, la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas (DGCPI) y el Programa de Apoyo a Culturas Populares y Comunitarias (PACMYC) de Conaculta.
El Vocabulario Mazahua (Jñaa Jñato), también de la autoría del maestro Benítez, tiene como objetivo la enseñanza bilingüe y contiene cerca de 500 palabras en jñato y español que representan los conceptos de mayor uso cotidiano: integrantes de la familia, lugares, números, cuerpo humano, colores, instrumentos de trabajo, animales, días, pronombres y un alfabeto elemental.
Este se basa en el alfabeto latino con los sonidos equivalentes al jñato, lengua de pronunciación fundamentalmente nasal y gutural que obliga a su representación gráfica con letras combinadas como chj, jm, jñ, jn, kj, mb, nj, pj, tr y ps. La lengua jñato está emparentada con el hñahñú u otomí, matlazinca, tlahuica, zapoteco y mixteco, éstos últimos hablados en Oaxaca.
Los esfuerzos de Benítez por rescatar la lengua de su pueblo están asociados a una intensa movilización de otros muchos poetas, músicos y maestros que están traduciendo y adaptando al jñato expresiones de las culturas mestiza nacional e internacional (textos literarios, cantos, canciones populares, teatro, etc) para que niños y jóvenes no sientan que se pretende retrotraerlos al pasado o frenarlos en su presente-
Estamos induciéndolos a mirar hacia nuestra cultura pero no para regresar al pasado, sino para que conozcan su lengua y nuestros valores culturales y puedan proyectarse hacia el futuro como orgullosos jñato o mazahuas. Estamos en el inicio de este trabajo, quizás cometiendo algunos errores, pero estamos tratando de ocupar los espacios que se están abriendo, comentó finalmente el joven maestro.
Ejemplo de la alta calificación intelectual, moral y artística de Rufino Benítez Reyna, joven de 34 años, es el siguiente poema inédito, que escribió en su lengua materna y luego tradujo al español. En el tema de Agua de manantial se advierte la profundidad de su pensamiento, la sencillez de su expresión poética y una sutil alusión al drama de extinción que vive su pueblo
La consigna:<br />Mantener la Dignidad, la Fe, la Esperanza, el Respeto y el Honor. A traves de la Sabiduria, la Serenidad, la Sensibilidad y la Sencillez. regresar al Origen. <br /><br />Los seres humanos son libres excepto cuando la humanidad los necesita.<br />ORSON SCOTT CARD

     