12-19-2005, 01:44 AM
En los documentos alternativos de creación del Círculo de Protección aparece tanto el uso del altar, como una serie de herramientas rituales. En las tradiciones a las que hacen referencia, muchos rituales se llevan a cabo dentro del círculo de protección, así que el círculo se emplea en el sentido amplio de delimitar un espacio consagrado.
El Altar dentro del círculo , sirve para dejar las herramientas, los alimentos, y cosas así. Según la necesidad del momento, se ubica en el centro o a un lado, o se prescinde de él. Puede ser el núcleo del círculo, o no. Si bien es cierto que lo más usual es emplear con estos fines algún tipo de mesa, igual sirven una tabla o un pañuelo grande en el suelo.
Las herramientas van asociadas en este conjunto de tradiciones a los elementos.
Pentaculo; Tierra. Vara; Aire. Daga (Athame); Fuego. Cáliz, Copa o Caldero; Agua. Estas atribuciones varían, según la tradición y el gusto de cada cuál, igual que los métodos por los que se consiguen.
En el Altar se colocan usualmente allá dónde la correspondencia cardinal del elemento asociado indica. El recipente con el agua salada consagrada queda, pues, estre el Oeste del Agua y el Norte de la Tierra, y el Incienso entre el Este del Aire y el Sur del Fuego.
Y, sí, también se puede prescindir de esto. Y poner en su lugar cualquier cosa asociada al elemento correpondiente, o no poner nada.
Igual sucede con el color de las velas que se colocan en los cuatro puntos cardinales del círculo, aunque hay unas correspondencias establecidas, varían según la tradición y practicante, y a veces directamente NO deben emplearse, por ejemplo, en rituales al aire libre en lugares susceptibles de ser incendiados.
Teniendo la disposición mental adecuada, todas las herramientas son prescindibles, ya que no son más que reflejos externos de lo que llevamos con nosotros.
El Altar dentro del círculo , sirve para dejar las herramientas, los alimentos, y cosas así. Según la necesidad del momento, se ubica en el centro o a un lado, o se prescinde de él. Puede ser el núcleo del círculo, o no. Si bien es cierto que lo más usual es emplear con estos fines algún tipo de mesa, igual sirven una tabla o un pañuelo grande en el suelo.
Las herramientas van asociadas en este conjunto de tradiciones a los elementos.
Pentaculo; Tierra. Vara; Aire. Daga (Athame); Fuego. Cáliz, Copa o Caldero; Agua. Estas atribuciones varían, según la tradición y el gusto de cada cuál, igual que los métodos por los que se consiguen.
En el Altar se colocan usualmente allá dónde la correspondencia cardinal del elemento asociado indica. El recipente con el agua salada consagrada queda, pues, estre el Oeste del Agua y el Norte de la Tierra, y el Incienso entre el Este del Aire y el Sur del Fuego.
Y, sí, también se puede prescindir de esto. Y poner en su lugar cualquier cosa asociada al elemento correpondiente, o no poner nada.
Igual sucede con el color de las velas que se colocan en los cuatro puntos cardinales del círculo, aunque hay unas correspondencias establecidas, varían según la tradición y practicante, y a veces directamente NO deben emplearse, por ejemplo, en rituales al aire libre en lugares susceptibles de ser incendiados.
Teniendo la disposición mental adecuada, todas las herramientas son prescindibles, ya que no son más que reflejos externos de lo que llevamos con nosotros.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

