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las palabras de la serpiente emplumada
#1

Lo siguiente es una crítica de textos de dudosa procedencia que fueron titulados: las Palabras de La Serpiente Emplumada.

Uno de los textos de “divulgación” que presentan los pretendidos creadores de Kinam es este. Sin embargo al realizar una revisión del libro se encontró que hay distintas cosas que están fuera de lugar, incongruencias, o la falta de veracidad de sus dichos así como la manipulación de traducciones o textos originales.

Alteraciones en la historia de Quetzalcóatl encontradas en la página 2
QUOTE
“Topiltsin Ketsalkoatl, Nuestro Señor Serpiente Emplumada, es el nombre que dieron a Dios los antiguos mexicanos. La serpiente representa el mundo material y las plumas al mundo espiritual. Por lo tanto, Ketsalkoatl es el Ser que contiene en su seno a todo el Universo.”

Una de estas alteraciones resulta ser en primera instancia el nombre de Quetzalcóatl y su significado al cual según su dicho quedaria:
“Topiltsin Ketsalkoatl, Nuestro Señor Serpiente Emplumada” sin embargo resulta ser que extrañamente para “expertos” como se autonombran de Quetzalcóatl en realidad en náhuatl significa serpiente de plumas preciosas, y que Topilzin era uno de los nombres de Quetzalcóatl por lo cual no era posible repetir dos veces en distintos dialectos su nombre ya que no significa nuestro señor.

La siguiente que afirman que haya sido el nombre que se le dio a Dios de parte de los antiguos mexicanos sin hacer mención de lo siguiente:
• Quetzalcóatl no era conocido en primer lugar por todas las culturas prehispánicas sino solo por algunas cuantas, que lo tomaban como uno de los hijos de los dioses principales y no como un dios único.
• Olvidan la importancia de los otros tres hermanos de Quetzalcóatl que eran conocidos en conjunto como los Cuatro Tecaztlipocas.
• La Serpiente era conocida en mesoamérica por representar los elementos ctónicos de la naturaleza y no por simbolizar el mundo material del cual la mayoría de sus interpretaciones se limitaba a un solo elemento como el agua o viento pero no a todos en conjunto, y por lo general en distintas culturas el elemento que representaba variaba y no era representativo de otra sociedad de entonces.
• Las plumas no representaban la espiritualidad o al mundo espiritual sino que eran elementos de adorno y variaba el color si correspondía estar en los tocados de deidades de fuego o de agua, en el caso de Quetzalcóatl en algunas culturas representaba el agua y por ello tenía plumas verdes.
• Al ser Quetzalcóatl un dios menor creado por una de las representaciones de Ometéotl no podía asumir el lugar de la pareja primordial y por ende ni por asomo podía contener el Universo.

QUOTE
“Ketsalkoatl nació como hombre en diversas ocasiones. Su última aparición ocurrió en un pueblecito del estado de Morelos, hace más de mil años. Siendo muy joven, fue elegido rey de Tula. Posteriormente renunció a este cargo y se hizo un monje errante.”
“Caminando por todo México, llegó a Yucatán, donde los sabios mayas le iniciaron en los secretos de la Serpiente Emplumada. Poco después, regresó al Altiplano y dedicó el resto de su vida a predicar una fe basada en el culto a la conciencia, la paz, el amor y el trabajo creador.”


De Quetzalcóatl como hombre solo se le reconoce un nacimiento y fue como rey tolteca. Entre los mayas fue introducido como Kukulkan pero como héroe cultural. En el caso del libro que mencionamos habla de que nació en múltiples ocasiones y que en la ultima ocasión fue en un pueblo que no mencionan en Morelos hace mas de mil años, sin embargo resulta ser que con esto están contradiciendo en primer lugar el hecho de que las tradiciones mesoamericanas no hablan de reencarnación de deidades sino de representaciones de estas en distintas formas como elementos religiosos o culturales. Su búsqueda de distintos Quetzalcóatl no es de un hombre-dios que nace como civilizador en distintos lugares, sino que en realidad es una deidad que al igual que en otras partes del mundo sucedió con otras culturas fue asimilada por grupos étnicos distintos por cuestiones sociales, miliares, migratorios o trasculturación.
Quetzalcóatl no es conocido por ningún antropólogo o arqueólogo REAL como un monje errante, tomando en cuenta que de entrada el termino monje no es propio de las culturas prehispánicas sino del mundo cristiano y que fue introducido como elemento religioso hasta fechas posteriores con los españoles.
No se fue caminando hasta Yucatán, fue llevado a la zona maya como héroe cultural fechas posteriores a su muerte como rey de Tula por los toltecas.¿Como puede ser iniciado en los “secretos de la Serpiente emplumada” si ya llevaba siglos muerto?. Tambien es conocido el hecho de que cuando fue engañado por Tecaztlipoca el mismo se incinero en el mar por lo cual es bastante improbable que pueda haber regresado al altiplano después de su visita a la zona maya para enseñar el amor, la paz y la conciencia; tomando e cuenta además que el como deidad representaba la fertilidad y que los valores antes mencionados NO TENIAN representación alguna en ninguna figura religiosa prehispánica al no ser elementos naturales o culturales propios de mesoamérica sino ser VALORES universales que no tenían representación mas que en la educación, asimismo Quetzalcóatl no era conocido por implantar el “amor” como uno de los elementos culturales dentro de los toltecas. Como los maya, la civilización tolteca se hacía a base de sus creencias religiosas, y más que nada en la adoración de la serpiente emplumada, Quetzalcóatl. Según la leyenda, Quetzalcóatl fue una persona verídica-un cacique o líder de los toltecas-y por sus hazañas se convirtió en un dios. Sin embargo, por razones de facciones fue exiliado de Tula (el centro o capital de los toltecas). Antes de marcharse hacia el este prometió volver un día, específicamente en el año ce acatl. Según la leyenda, un dios rival tolteca Tezcatlipoca, hizo que Quetzalcóatl y sus seguidores abandonaran Tula en torno al año 1000 d.C. Se desplazaron al sur y posteriormente desarrollaron la ciudad maya de Chichén Itzá, convirtiéndola en su capital y en un importante centro religioso recordando que los toltecas adoptaron a su deidad de culturas anteriores y la adoraron como el dios del planeta Venus y no precisamente de la conciencia tomando en cuenta que permitió ser engañado en múltiples ocasiones por Tecaztlipoca.

Aquí hago uso de textos de uno de los moderadores del foro Aazcatl Tezozomoc:

QUOTE
“Lo primero que hay que decir es que Quetzalcoatl era un dios Dual en el mundo indígena: Dos deidades son en la unidad, dual trina. Según los comentaristas de los códices "Telleriano-Remenensis" Y "Vaticano Latino 3738" (el segundo copia al primero, según el P. Ríos), Tonacatecuhtli (encarnación primordial), en el momento de la creación dividió con un soplo el agua del cielo y de la tierra, o sea que dio forma a la misma esencia, y después con otro soplo creó a su hijo Quetzalcoatl con la misión de redimir al mundo con sacrificio y penitencia. Por eso Quetzalcoatl, soplo del creador, es también Ehecatl, dios del Viento, entre cuyas obligaciones está limpiar los caminos para que llegue Tláloc, dios del Agua. El caracol es el pectoral de Quetzalcoatl porque hace resonar la voz divina cuando pasa el viento por su espiral; su nombre es Ehecailacozcatl, el Caracol Joyel del Viento. Tal vez los caracoles que hacían sonar en los templos de Tenochtitlán a la media noche eran llamadas a penitencia.”

“Quetzalcoatl aparece en los Códices con el cuerpo pintado de negro pues tal atavío es el del sacerdote por excelencia como iniciador del auto sacrificio, aparece el hueso en su tocado, porque además de con espinas de maguey también se hacía agujas con huesos de águila o jaguar, usados en el ritual. Como vimos en el párrafo anterior, ya se inicia la gran confusión de los Quetzalcoatl's, entre su personalidad divina y su personalidad humana; entre el Dios Quetzalcoatl y el Sacerdote Quetzalcoatl.”

Lo que contradice en absoluto los valores que dicen represento Quetzalcóatl quien en ingun momento fue una especie de Mesias reencarnacionista.

QUOTE
“Sus enseñanzas fueron recogidas en códices, y gran parte de ellas se conservan hasta el día de hoy.”

En realidad no hay ningún libro al que se le de una autoría algún códice que haga mención directa de estas como compilación, en realidad más que enseñanzas lo único que se le reconoce oficialmente fue por sus leyes:

QUOTE
“En estas tierras también han existido leyes desde hace muchos años. El más antiguo de nuestros legisladores fue huemac, guía y señor de los toltecas nacido alrededor del año 576. Fue él quien juntó las historias y cantos de su pueblo en un gran libro que llamó Teomoxtli ['libro divino']. Allí narró las persecuciones y trabajos, prosperidad y buenos sucesos, nombres de gobernantes, leyes y buen gobierno, máximas y buenos ejemplos (García Rivas, 1978: 11). Otro gran legislador fue Quetzalcóatl quien, en la advocación de Kukulkán, dio leyes sabias e inteligentes reglamentos a la Confederación de Mayapán. Más recientemente nos encontramos con el Huey Tlalitohuani Itzcoatl, quien alrededor de 1430 dotó de nueva legislación a la triple alianza integrada por Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan [hoy Tacuba]. El último gran legislador autóctono hasta el presente fue Netzahualcoyotl, el sabio gobernante de Tetzcoco, autor de un código conocido como Las Ochenta Leyes.”
http://www.cddhcu.gob.mx/camdip/comlvii/...9-021.html

Como se vio ni siquiera fue el principal legista de su época.

QUOTE
“En el año 999 de la era cristiana, Ketsalkoatl se ofrendó a sí mismo en una hoguera, frente a la Costa del Golfo, y ascendió al cielo de Venus. Pero antes, prometió su retorno “cuando se cumplan los ciclos”. Debido a estas señales, fue reconocido por sus seguidores como el Mesías de América”.

1) NO HAY fecha precisa sobre la muerte de Quetzalcóatl.
2) Lo muestran como un personaje que se aparecerá en una especie de Apocalipsis post-tolteca, sin embargo para ser “investigadores” tan renuentes de la religión catolica se ve bastante su influencia tratando de endilgarle un titulo de Mesías que no es reconocido por cultura alguna abajo o arriba de Mesoámerica.
3) Y como se comento Quetzalcóatl menciono regresar durante el Ce acatl que resulta ser el elemento caléndarico representativo de Quetzalcóatl y que en conjunto diria Ce ácatl Topiltzin.


Pagina 3:

QUOTE
“Los consejos que aparecen a continuación fueron íntegramente traducidas de una serie de textos tradicionales de origen tolteca, llamados Wewetla’tolli, Antiguas Palabras de sabiduría.”

El origen que le dan al huehuetlahtolli resulta ser de múltiples textos tradicionales de origen tolteca llamados “Wewetla’tolli, Antiguas Palabras de sabiduría” sin embargo aquí comienzan sus primeros errores: la escritura de la palabra original ha sido modificada y adaptada de tal modo que si significante en náhuatl real desaparece para hacer un neologismo particular de ellos; y el hecho de que no mencionen que a lo que le llaman Antiguas palabras es en realidad el Códice Florentino del cual el filólogo Salvador Díaz Cíntora publicó en México una traducción al castellano en la cual la introducción que precede a su trabajo argumenta en contra de algunos autores han dado al término huehuetlahtolli como “antigua palabra” y afirma que sólo se puede en rigor dar el nombre de huehuetlahtolli a siete discursos del libro VI del Códice florentino. Primeramente desaprueba que Ángel María Garibay, apartándose de la idea comúnmente aceptada de que los huehuetlahtolli eran pláticas que los padres hacían a sus hijos dándoles consejos sobre el modo de conducirse en la vida, los consigne en su libro La literatura azteca como “consejos con que los ancianos adoctrinaban a los niños y jóvenes”; y que, yendo aún más lejos, en su Historia de la literatura náhuatl llame huehuetlahtolli a la “instrucción oral que daban en las escuelas a los niños y jóvenes, o bien “instrucciones orales que hacían los jefes de las instituciones de educación…”. Esta última teoría, dice Díaz Cíntora, no tiene el menor respaldo en ninguno de los huehuetlahtolli hasta ahora publicados y concluye que ciertamente el padre podía aprender retórica en la escuela, pero que el huehuetlahtolli era la palabra de la casa, era el consejo y exhortación para sus hijos.
Pasa a hacer un análisis lingüístico del término y demuestra que la palabra huehue (viejo, anciano) puede funcionar, en composición, comogenitivo o como adjetivo; por consiguiente, huehuetlahtolli puede traducirse como palabras de los ancianos y también como antigua palabraa.

De todo esto se desprende que:
El huehuetlahtolli no es tolteca es AZTECA
Era un solo códice y no varios que los “investigadores” de Kinam recopilaron y tradujeron.
Que ni siquiera es mencionada que en su traducción del náhuatl se le añada la palabra sabiduría.
Los aztecas no le dan autoria del huehuetlahtolli a Quetzalcóatl pues de entrada no fueron toltecas los autores de estos textos.

Un punto crucial es que en el Codice Florentino en NINGUN MOMENTO aparece el nombre de Quetzalcóatl lo cual habla de que la “traducción” realizada por Julio Diana y Frank Diaz es un texto apócrifo de autoría propia de ellos dos.

¿Por qué?
De los cien huehuetlahtolli encontrados en el Códice florentino, diecisiete son plegarias en las que hay súplicas a los dioses para pedir clemencia en épocas de necesidad, de pestilencia o de guerra; ruegos en relación al tlatoani cuando era elegido o cuando moría o cuando no hacía bien su oficio; oraciones cuando el penitente iba a confesar sus pecados; invocaciones con motivo del nacimiento de un niño, etcétera. Ocho son las arengas que se decían en la corte cuando había sido elegido un nuevo señor. Seis son las pláticas de los padres a sus hijos o hijas. Quince huehuetlahtolli se relacionan con los mercaderes y eran dichos en diferentes ocasiones: al inicio de un viaje para ir a mercadear, en los convites que hacían al partir o al regresar, etcétera. En relación al ciclo de vida hay cincuenta y una oraciones que abarcan la preñez, el parto, el baño ritual, el ofrecimiento del niño o niña al Calmécac o al Telpochcalli y la entrada a esos centros de educación, el matrimonio y la muerte. Dos más relativas a la confesión auricular y una en el que el lector de los destinos consolaba al que había tenido un mal agüero.

La cereza del pastel es que no mencionan bibliografía usada para la traducción del náhuatl del Codice Florentino, no presentan textos algunos de algún otro autor que verifique lo que mencionan, no hay elementos de covalidación en su “libro” de 13 páginas, y de hecho resulta que el Códice en cuestión de quien habla en realidad varias veces es de TECAZTLIPOCA y no de Quetzalcóatl.

Solo para confirmar lo anterior se menciona lo siguiente (compárese con el supuesto escrito de Quetzalcóatl y se vera que NO HAY CORRESPONDENCIA ALGUNA y que no son capaces siquiera de mencionar tomo, libro y folio de la fuente de la cual tradujeron):
Texto REAL del codice Florentino
TEXTO REAL DEL CODICE FLORENTINO

ENUMERACIÓN Y CORRESPONDENCIA DE LOS HUEHUETLAHTOLLI EN LA HISTORIA GENERAL Y EN EL CÓDICE FLORENTINO

Oraciones a los dioses
1. Corta invocación a Tezcatlipoca (o Titlacahuan), que podía hacer cualquier persona, con el fin de pedirle lo necesario para vivir en la tierra sin tanto trabajo y necesidad. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 7v del CF y Lib. III, cap. II, p. 207 de la HG).

2. Corta invocación a Tezcatlipoca (o Titlacahuan) —quien castigaba con enfermedades cuando no se cumplía con el voto de abstinencia sexual en tiempo de ayuno— para pedirle la salud. La hacían los enfermos. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 8r del CF y Lib. III, cap. II, p.207 de la HG).
3. Extensa oración a Tezcatlipoca (o Titlacahua o Yáutl) en tiempos de pestilencia para que la quitase. Era dicha por alguno de los sacerdotes.
(Tomo II, Lib. 6º, fol. 1r-4v del CF y Lib. VI, cap. I, p. 307- 310 de la HG).
4. Extensa oración a Tezcatlipoca (o Yoalli Ehécatl) pidiéndole socorro contra la pobreza que padecen “los pobres populares y gente baxa”. Era dicha por alguno de los sacerdotes. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 5r-8v del CF y Lib. VI, cap. II, p. 310-313 de la HG).
5. Extensa oración a Tezcatlipoca (o Yáutl o Nécoc Yáutl o Monenequi) en tiempos de guerra para pedirle favor contra los enemigos. Era dicha por alguno de los sacerdotes. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 8v-12r del CF y Lib. VI, cap. III, p. 313-316 de la HG).
6. Extensa oración a Tezcatlipoca (o Teyocoyani o Teimatini) pidiéndole favor para el señor recién electo para que hiciese bien su oficio. Era dicha por algún sacerdote. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 12v-15r del CF y Lib. VI, cap. IV, p. 316-318 de la HG).
7. Extensa oración a Tezcatlipoca (o Titlacahua o Moquequeloa) cuando moría un señor para que les diese otro. La decía el sacerdote mayor. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 15r-18v del CF y Lib. VI, cap. V, p. 319-321 de la HG).
8. Extensa oración a Tezcatlipoca pidiéndole quitar del señorío al señor que no hacía bien su oficio. La decía el sacerdote mayor. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 18v- 21v del CF y Lib. VI, cap. VI, p. 321-324 de la HG).
9. Extensa oración del señor recién electo a Tezcatlipoca agradeciéndole y pidiendo favor y luz para hacer bien su oficio. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 33v- 38r del CF y Lib. VI, cap. IX, p. 332-335 de la HG).
10. Corta oración del penitente [a Tezcatlipoca] cuando va a confesar sus pecados. (Tomo I, Lib. 1º, fol. 8v del CF y Lib. I, cap. XII, p. 45 de la HG).
11. Oración a Tezcatlipoca rogándole que otorgue el perdón al penitente que ha ido a confesar sus pecados. La decía un sacerdote. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 22r-23v del CF y Lib. VI, cap. VII, p. 324-325 de la HG).
12. Corta oración dirigida a Huehuetéotl (Xiuhtecuhtli) en ocasión de que un penitente va a confesar sus pecados. La decía un sacerdote.30 (Tomo I, Lib. 1º, fol. 7v y 8r del CF y Lib. I, cap. XII, p. 44 de la HG).
13. Extensa oración a Tláloc en tiempos de sequía para rogar por agua y para que cesara la calamidad. La decía algún sacerdote. (Tomo II, Lib. 6º, fol 28r-33r del CF y Lib. VI, cap. VIII, p. 328-332 de la HG).
14. Oración que la partera dirigía a la diosa Chalchiuhtlicue cuando hacía el lavatorio de la criatura recién nacida. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 148v-149v del CF y Lib. VI, cap. XXXII, p. 416-417 de la HG).
15. Oración que la partera dirigía a la diosa Yoaltícitl 31 en la que le encomienda a la criatura el día de su bautizo. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 175v del CF y Lib. VI, cap. XXXVIII, p. 436 de la HG).
16. Oración que decía la partera invocando a varias deidades (Ometéotl, Omecíhuatl, Teteuinan, Chalchiuhtlicue, Tonatiuh, Tlatecuhtli)32 el día que ponían nombre al niño (Tomo II, Lib. 6º, fol. 172r-173r del CF y Lib. IV, cap. XXXII, p. 434 de la HG).
17. Oración que los padres de la niña dirigían a Quetzalcóatl cuando la llevaban a dedicar al Calmécac. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 177r-177v del CF y Lib. VI, cap. XXXIX, p. 438 de la HG).

Discursos en ocasión del ascenso al poder de un nuevo señor
18. Extenso discurso dirigido al señor recién electo. Lo pronunciaba un sacerdote o un pilli o un tecuhtli. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 38v-46v del CF y Lib. VI, cap. X, p. 336-342 de la HG).
19. Otro discurso, no tan largo, al señor recién electo deseándole larga vida y prosperidad. Lo decía algún noble o principal. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 47r-48v del CF y Lib. VI, cap. XI, p. 343-344 de la HG).
20. Palabras con las que el señor recién electo respondía a los oradores agradeciéndoles lo que le habían dicho. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 49r- 50r del CF y Lib. VI, cap. XII, p. 344-345 de la HG).
21. Corta respuesta de un noble al señor. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 50r-50v del CF y Lib. VI, cap. XII, p. 345 de la HG).
22. Respuesta de un principal o amigo o pariente del señor que hacía en nombre de éste a los oradores. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 51r-52v del CF y Lib. VI, cap. XIII, p. 346-347 de la HG).
23. Extenso discurso del rey a los nobles, hombres y mujeres, principales y guerreros. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 53r-63v del CF y Lib. VI, cap. XIV, p. 347- 356.de la HG).)
24. Extenso discurso dirigido a los presentes en la ascensión al poder del nuevo señor en la que se encarecían las palabras que éste había dicho. Lo pronunciaba un principal. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 63v-67r del CF y Lib. VI, cap. XV, p.356-359 de la HG).
25. Extensa contestación a las palabras del señor que un viejo principal decía en nombre del pueblo. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 67v-70r del CF y Lib. VI, cap. XVI, p. 359-361 de la HG).

Exhortaciones del padre a sus hijos y de la madre a su hija
26. Muy extensa exhortación que dirigía el señor a sus hijos acerca de las virtudes y deberes que deberían tener como futuros gobernantes.
(Tomo II, Lib. 6º, fol. 70v-74v del CF y Lib. VI, cap. XVII, p. 361- 365 de la HG).
27. Extensa exhortación de un padre, señor o principal, a su hijo instándolo a la humildad. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 85r-93r del CF y Lib. VI, cap. XX, p. 373-378 de la HG).
28. Muy extensa exhortación de un padre, señor o principal, a su hijo persuadiéndolo del amor a la castidad. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 93r- 99v del CF y Lib. VI, cap. XXI, p. 378-383 de la HG).
29. Muy extenso razonamiento de un padre, señor o principal, a su hijo acerca de la buena conducta en sociedad. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 100r-106r del CF y Lib. VI, cap. XXII, p. 383-386 de la HG).
30. Muy extensa exhortación de un padre, señor o principal, a su hija hacia la disciplina y honestidad exterior e interior. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 74v-80r del CF y Lib. VI, cap. XVIII, p. 365-369 de la HG).
31. Extensa exhortación de una madre a su hija, cuando acababa la plática del padre, ponderando ésta e instándola a la honestidad así como previniéndola de algunos vicios. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 80v- 85v del CF y Lib. VI, cap. XIX, p. 370-373 de la HG).

Pláticas de los mercaderes en diferentes ocasiones
32. Plática que hacía un mercader viejo a otro que iba por primera vez a mercadear. (Tomo I, Lib. 4º, fol. 38v-40v del CF y Lib. IV, cap. XVII, p. 252-254 de la HG).
33. Plática de los mercaderes viejos a los jóvenes que ya tenían cierta experiencia en mercadear. (Tomo I, Lib. 4º, fol. 40v-42r del CF y Lib. IV, cap. XVIII, p. 254-255 de la HG).
34. Corta despedida que dirigía un mercader viejo que iba a partir, a quienes había convidado a su casa. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 12r del CF y Lib. IX, cap. III, p. 546 de la HG).
35. Respuesta que daba uno de los mercaderes viejos a lo que había dicho el oferente del convite. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 12v-13v del CF y Lib. IX, cap. III, p. 546-47 de la HG).
36. Recomendación que hacían los padres del joven que iba a mercadear por primera vez, al jefe de los mercaderes viejos. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 13v-14r del CF y Lib. IX, cap. III, p. 547-48 de la HG).
37. Corta alocución de los padres a su hijo, mercader novicio. (Tomo II, Lib. 9º. fol. 14r del CF y Lib. IX, cap. III, p. 548 de la HG).
38. Muy corta plática de despedida que dirigía el jefe de los mercaderes a los mercaderes viejos que se quedaban, viejos y viejas. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 15r del CF y Lib. IX, cap. III, p. 548-49 de la HG).
39. Corta respuesta de los viejos y viejas a las palabras del mercader jefe.
(Tomo II, Lib. 9º, fol. 15r-15v del CF y Lib. IX, cap. III, p. 549 de la HG).
40. Palabras que pronunciaba un mercader al regreso de su viaje ante el mercader más anciano y principal; respuesta de éste y palabras del primero a sus convidados. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 22v, 23v-24r del CF y Lib. IX, cap. VI, p. 555-56 HG).
41. Amonestación que dirigían los mercaderes al que había regresado de mercadear cuando éste les ofrecía un convite. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 24r-24v del CF y Lib. IX, cap. VI, p. 556-57 de la HG).
42. Respuesta del mercader que ofrecía el convite a las palabras que le dirigían sus convidados. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 25r-25v del CF y Lib. IX, cap. VI, p. 557 de la HG).
43. Amonestación que hacía alguno de los mercaderes viejos invitados, al mercader que había ofrecido el banquete. Esta plática la hacían al segundo día. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 34r-34v del CF y Lib. IX, cap. IX, p. 563-564 de la HG).
44. Pequeña plática que hacía un orador, a nombre del mercader (mancebo), a otros mercaderes principales a quienes había ido a convidar a Tuchtepec. (Tomo II, Lib. 9º fol. 40r-40v del CF y Lib. IX, cap. XI, p. 568 de la HG).
45. Palabras que los mercaderes viejos dirigían al mercader mancebo que hacía el convite y las que éste respondía. (Tomo II, Lib. 9º, fol. 41r-42v del CF y Lib. IX, cap. XII, p. 569-570 de la HG).
46. Palabras de consuelo que el mercader principal dirigía a los otros cuando oían el canto del hauctli que tenían por mal augurio. (Tomo I, Lib. 5º, fol. 3r-3v del CF y Lib V, cap. II, p.288 de la HG).

Pláticas en relación a diferentes etapas del ciclo de vida
47. Dos pláticas que dos oradores viejos, en nombre del marido, dirigían a los familiares de la pareja cuando anunciaban la preñez de la casada. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 114v-116v del CF y Lib. VI, cap. XXIV, p. 392-393 de la HG).
48. Plática que dirigía un viejo a los parientes del marido con motivo de la preñez de la casada. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 117r-119v del CF y Lib. VI, cap. XXIV, p. 393-395 de la HG).
49. Plática que algún viejo, pariente del marido, dirigía a la preñada. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 119v-122v del CF y Lib. VI, cap. XXV, p. 395- 397 de la HG).
50. Plática que algún viejo, pariente del marido, dirigía a los padres de la pareja para que aconsejaran a sus hijos respecto a la preñez de la moza. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 122v-124r del CF y Lib. VI, cap. XXV, p. 397-98 de la HG).
51. Respuesta algo extensa al orador anterior, pariente del esposo, que hacían el padre y la madre de la moza preñada. (T. II, Lib. 6º, fol. 124r-126r del CF y Lib. VI, cap. XXV, p. 398-400 de la HG).
52. Respuesta que la moza preñada dirigía a los oradores que habían ido a saludarla. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 126r-127r del CF y Lib. VI, cap. XXV, p. 400-401 de la HG).
53. Palabras que un viejo, pariente del marido, dirigía a los padres de la pareja para que se buscara a una partera diestra. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 127v-128r del CF y Lib.VI, cap. XXVI, p. 401 de la HG).
54. Palabras que una vieja, parienta del marido o de la mujer, dirigía a la partera requiriendo sus servicios. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 128v- 130v del CF y Lib. VI, cap. XXVII, p. 402-403 de la HG).
55. Plática algo extensa de la partera a los familiares de la pareja aceptando el encargo. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 130v-133r del CF y Lib. VI, cap. XXVII, p. 403-405 de la HG).
56. Palabras de la partera a los parientes de la preñada encomendándola a su cuidado. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 136r-136v del CF y Lib. VI, cap. XXVII, p. 407-408 de la HG).
57. Palabras de la partera a la parturienta. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 138r del CF y Lib. VI, cap. XXVIII, p. 409 de la HG).
58. Palabras de la partera al niño o niña recién nacida. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 144v-146r del CF y Lib. VI, cap. XXX, p. 413 y cap. XXXI, p. 414-415 de la HG).
59. Palabras de la partera al niño o niña cuando cortaba el cordón umbilical. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 146v-147v y 147v-148r del CF y Lib. VI, cap. XXXI, p. 415-416 de la HG).
60. Palabras de la partera al niño o niña en el día del lavatorio ritual. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 149v-150r del CF y Lib. VI, cap. XXXII, p. 417 de la HG).
61. Pequeña alocución que dirige la partera a la madre del niño recién nacido. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 151r del CF y Lib. VI, cap. XXXIII, p. 418 de la HG).
62. Palabras de agradecimiento que dirigía una de las viejas, parienta de la recién parida, a la partera. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 151v-152r del CF y Lib. VI, cap. XXXIII, p. 418-419. de la HG).
63. Palabras que la partera dirigía a los parientes de la pareja recomendando humildad ante el nacimiento del niño o niña. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 152r- 154r del CF y Lib. VI, cap. XXXIII, p. 419-420 de la HG).
64. Palabras dirigidas al recién nacido, primogénito, por oradores que hablaban en nombre de otros principales. Esto usaban los señores y también los mercaderes. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 154v-156r del CF y Lib. VI, cap. XXXIV, p. 421-422 de la HG).
65. Palabras de salutación, congratulación y buenos deseos dirigidas a la recién parida por oradores en nombre de otros principales. Esto usaban los señores y también los mercaderes. (Tomo II, Lib. 6º, fol 156r-157r del CF y Lib. VI, cap. XXXIV, p. 422-423 de la HG).
66. Palabras de algunos oradores en nombre de otros principales dirigidas a los viejos y viejas, parientes de la pareja, encareciéndoles el cuidado de la criatura y de la recién parida. Esto usaban los señores y también los mercaderes. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 157r-158r del CF y Lib. VI, cap. XXXIV, p. 423-424 de la HG).
67. Palabras de salutación y congratulación de otros señores principales dirigidas al padre del niño recién nacido. También lo usaban hacer los mercaderes (Tomo II, Lib. 6º, fol. 158r-159v del CF y Lib. VI, cap. XXXIV, p. 424- 425 de la HG).
68. Salutación que dirigían los embajadores de otros pueblos al niño y a sus padres. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 160r-161r del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 425 de la HG).
69. Respuesta que daba un viejo en nombre del niño, de los padres, de los viejos y viejas a las palabras de salutación del embajador. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 161r-163r del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 425-427 de la HG).
70. Palabras dirigidas al embajador, dichas por uno de los viejos o principales en nombre del señor que fue saludado. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 63v-64r del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 427-428 de la HG).
71. Palabras que dirigían al niño recién nacido entre la gente del común. (Tomo
II, Lib. 6º, fol 164r-165v, del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 428-429 HG).
72. Palabras que dirigían a la madre del recién nacido entre la gente del común.
(Tomo II, Lib. 6º, fol. 165v-166v del CF y Lib. IV, cap. XXXV, p. 429 de la HG).
73. Palabras que un orador dirigía a los padres y parientes viejos del recién nacido entre la gente del común. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 166v-167r del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 429-430 de la HG).
74. Salutación que dirigían al padre del niño recién nacido entre la gente del común. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 167r-168r del CF y Lib. VI, cap. XXXV, p. 430 de la HG).
75. Palabras que los ancianos y ancianas dirigían a la criatura en el día de su baño ritual. (Tomo I, Lib. 4º, fol. 64v del CF y Lib. IV, cap. XXXV, p. 269 de la HG).
76. Palabras que los ancianos y ancianas dirigían a la madre del niño en el día del baño ritual de éste. (Tomo I, Lib. 4º, fol. 64v-65r del CF y Lib. IV, cap. XXXV, p. 269 de la HG).
77. Palabras que la partera dirigía al niño recién nacido el día del baño ritual. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 171r-172r del CF y Lib. VI, cap. XXXVII, p. 433 de la HG).
78. Palabras que los mozuelos dirigían al niño el día que a éste le cortaban el ombligo y le ponían nombre. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 173v del CF y Lib. VI, cap. XXXVII, p. 435 de la HG).
79. Palabras que la partera dirigía a la niña el día que le ponían nombre. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 174v-175r del CF y Lib. VI, cap. XXXVIII, p.436 de la HG).
80. Plática que dirigían los padres a los telpuchtlatoque cuando ofrecían a la criatura al Telpuchcalli. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 29v-30v del CF y Lib. III, cap. IV del apéndiz, p. 223 de la HG).
81. Respuesta de los maestros a las palabras de los padres de la criatura cuando era ofrecida al Telpuchcalli. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 30v-31v del CF y Lib. III, cap. IV del apéndiz, p. 223-224 de la HG).
82. Plática de los parientes ancianos a los sacerdotes, cuando la criatura era
ofrecida al Calmécac. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 35r-36r del CF y Lib. III, cap. VII del apéndiz, p. 226-227 de la HG).
83. Respuesta de los sacerdotes a los padres de la criatura cuando ésta era ofrecida al Calmécac. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 36v del CF y Lib. III, cap. VII del apéndiz, p. 226-227 de la HG).
84. Palabras que los ancianos dirigían al niño cuando éste, a la edad convenible, era llevado al Calmécac a donde había sido ofrecido de pequeño. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 178r-180v del CF y Lib. VI, cap. XL, p. 439-441 de la HG ).
85. Palabras que las ancianas dirigían a la niña cuando ésta, a la edad convenible, era llevada al Calmécac a donde había sido ofrecida de pequeña. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 180v-183r del CF y Lib. VI, cap. XL, p. 441-442 de la HG ).
86. Alocución del padre al hijo cuando ya era tiempo de buscarle mujer. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 106v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 387 de la HG).
87. Corta respuesta del hijo al padre. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 106v-107r del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 387 de la HG).
88. Algunas palabras que uno de los viejos, pariente del mancebo, dirigía a los telpuchtlatoque cuando el muchacho ya quería tomar mujer. (Tomo II, Lib. 6º,
fol. 107r-107v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 387 de la HG).
89. Corta respuesta de uno de los maestros accediendo a que el muchacho se separara del Telpochcalli para casarse. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 197v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 387 de la HG).
90. Alocución que los parientes viejos del novio dirigían a la novia dándole consejos . (Tomo II, Lib. 6º, fol. 110r-110v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 389-390 de la HG).
91. Corta respuesta de la novia a la amonestación de los ancianos. (Tomo II,
Lib. 6º, fol. 110v-111r del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 390 de la HG).
92. Alocución de los padres y madres a sus hijas encareciendo el ejemplo de la novia que está por casarse. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 111v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 390 de la HG).
93. Alocución de las ancianas, parientas del novio, dando consejos a la novia. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 113r-113v del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 391 de la HG).
94. Consejos de la madre de la novia al recién casado. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 113v-114r del CF y Lib. VI, cap. XXIII, p. 391-392 de la HG).

Pláticas en relación a la muerte
95. Palabras que la partera dirigía a la mujer que había muerto al parir. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 142r-143 v del CF y Lib. VI, cap. XXIX, p. 411- 413 de la HG).
96. Palabras que dirigían al difunto antes que ser enterrado. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 24r-24v del CF y Lib. III, cap. I del apéndiz, p. 219 y 220 de la HG).
97. Palabras de consuelo a los parientes del difunto. (Tomo I, Lib. 3º, fol. 24v-25r del CF y Lib. III, cap. I del apéndiz, p. 220 de la HG).

Alocuciones cuando iban a confesar sus pecados
98. Alocución del sacerdote al penitente exhortándolo a confesar sus pecados y a no ocultar nada. (Tomo I, Lib. 1º, fol. 8r, 8v del CF y Lib. I, cap. XII, p. 45 de la HG).
99. Extensa exhortación del sacerdote al penitente que ha ido a confesar sus pecados. (Tomo II, Lib. 6º, fol. 23v-27r del CF y Lib. VI, cap. VII, p. 325-328 de la HG).

Plática en ocasión de un mal agüero
100. Palabras de ánimo y consuelo que el tonalpouhqui dirigía al que iba a consultarlo a propósito de haber oído en la noche el aullido de una fiera, hecho que era considerado mal agüero. (Tomo I, Lib. 5º, fol. 1v-2r del CF y Lib. V, cap. I, p. 286-87 de la HG).

La consigna:<br />Mantener la Dignidad, la Fe, la Esperanza, el Respeto y el Honor. A traves de la Sabiduria, la Serenidad, la Sensibilidad y la Sencillez. regresar al Origen. <br /><br />Los seres humanos son libres excepto cuando la humanidad los necesita.<br />ORSON SCOTT CARD
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#2

Texto falso de kinam:
TEXTO FALSO DE KINAM
I Estas son las palabras con que instruyó Ketsalkoatl a los toltecas. Les dijo: “He aquí lo que nos dieron a guardar, la Antigua Palabra, donde se dice que una vida pura es como una turquesa preciosa, un jade redondo, un dulce canto sin mancha y sin sombra, salido del corazón.
1.2 “Sería una burla si yo ocultase uno solo de estos consejos, pues ellos son para vivir sobre la tierra, y con ellos nos haremos atentos a todas las cosas.
1.3 “Es un saber que como espina y viento helado pasará sobre ti, que te arrojará a la tierra y te abatirá, para que vuelvas a ti.
1.4 “¿Serás tú el que atienda, el que escuche, el que consiga endiosar su corazón, el que reciba y guarde adentro, para que te vaya bien, para que alcances la misericordia y vivas sobre la tierra?
II “Dios es Uno. Ketsalkoatl es su nombre. Nada exige. Sólo serpientes y mariposas (cuerpo y alma), eso le ofreceréis.
2.2 “Nuestros padres y abuelos nos exhortaron diciendo que él nos creó, él, cuyas criaturas somos, Nuestro Señor Ketsalkoatl. También creó los cielos, el Sol y la divina tierra.
2.3 “Así fue, en verdad: por su merecimiento y por su sacrificio, él inventó a los hombres y nos hizo seres humanos. De ese modo llegó a ser la Serpiente Emplumada, el Doble Precioso, Señor y Señora de la dualidad; así transmitió su aliento y su palabra.
2.4 “Trece son los cielos, múltiples los planos. Allí vive el Dios verdadero, la esencia del Cielo. De allí recibimos la vida nosotros, los Merecidos, de allá cae nuestro destino cuando se escurre un niñito hacia la tierra.
2.5 “Porque él lo dijo, porque lo ordenó para sí, por eso existimos. No lo olvides ni de día ni de noche; invócale en suspiro, en aflicción.
III “En este mundo caminamos por lugares escarpados, un abismo de un lado y un abismo del otro. Si te mueves para acá o para allá, ¿cómo evitarás caer? Sólo en el medio es posible avanzar.
3.2 “No te vistas de bordados ni te pongas harapos. No seas presumido, pero tampoco corriente. Que tu palabra no sea entrecortada ni muy larga. No alces tu voz ni la bajes demasiado. No camines deprisa, pero tampoco muy lento. Y no tomes nada como regla absoluta.
3.3 “Evita los extremos, mantente en el medio, porque sólo en el medio existe la condición social, la condición honorable.
IV “En la infancia, cuando aun está libre la persona, es cuando tienen compasión de ella Nuestro Señor y le da sus dones. Y es en la infancia, en la edad de la pureza, cuando se merece una buena muerte.
4.2 “Por eso dicen los viejos que los niñitos, los chicos y las chicas, son los amigos queridos de Señor de la Cercana Compañía, y viven a su lado, y junto a él se alegran, y Él es su amigo.
4.3 “Por eso los sabios espirituales, los Merecidos, los ayunadores, tienen mucha confianza en los niñitos, pues, en verdad, son de corazón bueno, sin mezcla, limpios, atentos, perfectos. Se dice que por ellos permanece la tierra, y ellos son nuestra paz.
V “El tolteca es sabio, es una lumbre, una antorcha, una gruesa antorcha que no ahuma. Hace sabios los rostros ajenos, les hace tomar un corazón. No pasa por encima de las cosas: se detiene, reflexiona, observa.
5.2 “Un tolteca todo lo saca de su corazón; es abundante, múltiple, inquieto, hábil, capaz; a sí mismo se adiestra, dialogando con su corazón, encuentra respuestas dentro de sí. Obra con deleite, hace las cosas con calma, con tiento, como un artista; compone lo defectuoso y hace convenir lo disperso; por él las cosas ajustan.
5.3 “En cambio, el falso tolteca obra al azar, es una burla a la gente; opaca las cosas, les pasa por encima y las hace sin cuidado; en lugar de crear, imita; defrauda a los demás y es un ladrón.
5.4 “De este modo os convertiréis en tolteca: si adquirís hábito y costumbre de consultarlo todo con vuestro propio corazón. Sed toltecas: hombres de experiencia propia.
VI “El maestro es luz, tea, espejo. Suyas son la tinta negra y la roja, suyos los códices. Él mismo es escritura y sabiduría, camino y guía veraz; conduce a las personas y a las cosas, y es una autoridad en los asuntos humanos.
6.2 “Un maestro nunca deja de amonestar; hace sabios los rostros ajenos, nos hace tomar un rostro y desarrollarlo, abre nuestros oídos, nos ilumina. Es guía de guías y ofrece un camino. De él, uno depende.
6.3 “Él pone un espejo ante nosotros para que seamos cuerdos y atentos, nos obliga a cobrar identidad. Se concentra en sus obras, regula su camino, dispone y ordena, aplica su luz sobre el mundo. Por eso conoce lo que hay sobre este mundo y en la región de los muertos.
6.4 “Gracias a él todos somos corregidos, enseñados. Por él, el niño humaniza su querer y recibe una estricta educación. Conforta el corazón de quienes le rodean, dando ayuda, remedio y curación.
6.5 “El falso maestro, en cambio es como un médico que ignora su oficio o un hombre sin cordura: dice que sabe acerca de Dios, que tiene la tradición y la guarda, pero es sólo vanidad. Es jactancioso, inflado; es un torrente, un peñascal.
6.6 “Amante de la oscuridad y los rincones, es un ‘sabio’ misterioso, un ‘chamán’ con secretos, un ‘ensoñador’ que roba a su público, pues le despoja de algo. Es un hechicero, pues tuerce los rostros y los extravía, haciendo que los demás pierdan su identidad. Es falso, pues encubre las cosas, tornándolas más difíciles de lo que son y destruyéndolas. Hace perecer a quienes le siguen a fuerza de misterios, acaba con todo.
VII “Conoced ahora al médico. El médico verdadero es sabio, da vida, prueba las hierbas, piedras, árboles y raíces, ensaya sus remedios, examina, experimenta.
7.2 “El médico tolteca alivia las enfermedades, da masajes, concierta los huesos, purga a la gente, hace que se sientan bien, les da brebajes, los sangra, corta, cose, hace reaccionar, cubre con ceniza.
7.3 “El médico falso, en cambio, se burla de su prójimo, y en su burla, mata a la gente con medicinas; provoca indigestión y empeora las enfermedades.
7.4 “Es un hechicero, pues se esconde en sus secretos; posee semillas y hierbas maléficas. Es un brujo que, en lugar de experimentar, echa suertes; mata con sus remedios, empeora, ensemilla, enyerba.
VIII “Y he aquí al padre verdadero: es raíz y principio de linaje de hombres. Bueno es su corazón, recibe las cosas, es compasivo y se preocupa. De él es la precisión, el apoyo, con sus manos protege. Cría y educa a los niños, les amonesta y enseña a vivir, les pone delante un gran espejo, una gruesa antorcha que no ahuma.
8.2 “Y el hombre maduro: un corazón firme como piedra, un rostro sabio. Es dueño de su rostro y de su corazón. Hábil y comprensivo, buen componedor de textos, es un tolteca de la tinta negra y roja, un entendido. Dios está en su corazón y diviniza con su corazón las cosas; dialoga con su propio corazón.
8.3 “Y el verdadero artista: un conocedor de colores; los aplica, sabe de matices y armonías; dibuja pies, caras, les da sombra y relieve, logra efectos. Como tolteca, pinta los colores de todas las flores.”
IX “Acércate al que es modelo y ejemplo, pauta y señal, libro y pintura; al hombre honorable y de buena fama, a la condición social, la luz, la antorcha, el espejo.
9.2 “Observa a mis sacerdotes, los Merecidos, los de vida pura, trasparentes, buenos, rectos, dedicados, limpios, de corazón blanco, de vida sin mezcla, sin polvo ni impureza. Ellos llegan hasta la presencia de Señor de la Cercana Compañía, le ofrecen incienso, le oran, le ruegan por el pueblo.
9.3 “Acércate quienes, por todas partes, van haciendo lo excelente, dando brillo, dejando lo bueno, imponiendo un orden con prudencia, alegría y serenidad; a quienes son cofre y caja, sombra y abrigo, gruesa ceiba, sabino generoso que da brotes y se yergue poderoso, firme.
9.4 “Ve con quienes no se quedaron dormidos ni se ocultaron en el sueño, con quienes no desgarraron su labios (con calumnias); con quienes llevan en paz, sobre sus brazos y espaldas, a aquel (pequeñín) que va jugando, se divierte con tierra y duerme en la redecilla.
9.5 “En cambio, huye de estos sitios: el festín, el río y el camino. No te detengas allí, porque allí está, allí habita el gran devorador, (que es) la mujer ajena, el esposo ajeno, la prosperidad, la falda, la camisa ajena.
X “Amaos los unos a los otros, ayudaos entre vosotros en la necesidad, con la manta, la joya, el salario y el alimento. Pues no es verdad, no es cierto si despreciáis a quienes os rodean.
10.2 “Dad limosna a los hambrientos aunque tengáis que quitaros vuestra comida. Vestid al que va en harapos aunque vosotros mismos quedéis desnudos. Socorred al que os necesita aún a costa de vuestra vida. Mirad que es una vuestra carne y una vuestra humanidad.
10.3 “Recordad al anciano, la anciana, el indigente, el desdichado, al que no se alegra, al que no es feliz, al que tiene pegado el intestino (de hambre), al que no encuentra su casa y vive en confusión, al que derrama sus lágrimas y muerde sus uñas (de desesperación).
10.4 “A quienes llevan las manos atadas a la espalda, a quienes donde las fieras, en las cárceles de la miseria van penando, a quienes por los desiertos y los montes se fatigan tras el chile y la sal, las verduras y el agua, a quienes son engañados en las plazas y tienen los labios resecos.
10.5 “Poned junto a vosotros a quienes son las manos y los pies del pueblo; no con indiferencia los saludéis ni con negligencia soportéis recíprocamente vuestras cargas. Pues vosotros sois guerreros águilas, ocelotes, sois el sostén y el remedio.
XI “En cualquier sitio puedes tropezarte con ellos: un anciano, una anciana, un enfermo, un niño. Por lo tanto, no tienes excusa.
11.2 “En cualquier sitio puedes encontrar a quien trabaja, a quien se expresa, a quien está creando algo. No estorbes entonces ni causes problemas a causa de tu ignorancia.
11.3 “En cualquier sitio puedes inadvertidamente romper una cabeza, violentar a alguien, arrojar orina sobre otro, hacer que pierda la buena palabra con que habla, ignorar un consejo. No te distraigas.11.4 “¡Despierta, ponte atento! No sea que el sueño te lleve y los hombres te apoden ‘Señor ronquidos, bola soñolienta’.
XII “Bueno es que te mantengas por ti mismo. Crea, trabaja, recoge leña, labra la tierra, siembra nopales. Con eso beberás y vestirás; pues honra, enaltece el trabajo duro.
12.2 “Pero, ¡cuídate de las obras mundanas! Porque mucho crece, muy rápido engorda lo que enferma, lo que atormenta, lo que fatiga, lo que causa espanto.
12.3 “Correcto es si junto a ti es dicha la buena palabra, la que no causa daño. Si la transmites, no le excedas ni le quites: sólo lo justo dirás.
12.4 “Pero, ¡huye de las palabras vanas, distraídas! Porque sólo pervierten, no son serenamente rectas; precipitan al hueco a quien las pronuncia, nos llevan a la trampa y al lazo, a la piedra y el palo.
XIII “Con llanto y preocupación hay que recibir la herencia y la fortuna. Pero, cálido es el hogar del pobre, y están tranquilos su esposa y sus hijos.
13.2 “¿Naciste noble? Teme por ello; podría embriagarte o hacerte presuntuoso. He aquí lo que nos hace nobles: tomar la antorcha y el jabón, el chile y la cal, el azadón y la semilla. Esto, en verdad, es linaje y merecimiento.
13.3 “Se moderado y austero, verifica que los demás coman primero. Entonces toma agua y lava sus manos y sus bocas. Que no por ser noble perderás tu nobleza, ni caerán los jades, las turquesas, de tus manos llenas.
13.4 “Se dice que hay heredero al trono. He aquí como mostrara su condición: si baja su cabeza y se inclina con humildad; si mira al pobre con especial consideración; si le infunden respeto su mísero ceñidor, su manto raído; si encontrando en el camino una anciana, un anciano, le dice: ‘Padre mío, mi abuela: que la paz te encamine, que no tropiece tu pie’.
13.5 “Escucha: la cortesía, la modestia, la humildad, el llanto, el esfuerzo, eso te hará noble, amado, enaltecido. Escucha, ningún soberbio, jactancioso o desvergonzado llegó jamás al reino.
XIV “Conoce los símbolos, las palabras. Canta bien, habla bien, conversa bien, responde bien, ora bien. La palabra no es algo que se compre.
14.2 “Conoce la condición honorable, lo que es bueno: no cometas adulterio, no te embriagues inmoderadamente, no te sometas al juego ni al azar; no menciones tu linaje ni tu condición viril; no seas indiscreto ni cobarde; no procures los primeros lugares.
14.3 “Que tu corazón no sea tu madre. Que la ceniza esparcida y la encrucijada no te den órdenes. Que tu deseo no devore tu pie. Que una falda no te mueva ardientemente, pues envilece, desgasta, ensucia al hombre.
14.4 “No obres sin reflexión ni te entregues sin tomar medidas. No comiences tu trabajo sin analizar, y sin considerarlo serenamente no te impongas. No aceptes lo que no mereces ni reclames lo que no es tuyo, y no abuses de lo que no has creado.
14.5 “No te envanezcas de tus propias fuerzas. Que tu entendimiento no sea tu apoyo ni de tu convicción te jactes. No construyas tu casa sobre tus propias opiniones, pues eres tan sólo un pajarillo, una cuenta de jade, apenas una pluma.
14.6 “En cofre ajeno no te metas; en el plato de otro no te reclines. No te invites por ti mismo al convite. Que tu suerte no dependa del azar. Es peligroso, una trampa.
14.7 “Si alguno te sobrepasa, vaya delante. En la entrada no seas el primero. Cuando llegue el momento de hablar, que comiencen los demás. Y si Dios no te señala, no tomes la delantera.
14.8 “Si te dan aquello de lo que tienes necesidad en último lugar, no te enojes luego. Y si no te dan nada, agradece por ello. Así lo quiso el cielo: es merecimiento.
14.9 “No te hagas de rogar ni busques siempre que te ofrezcan; y no dos veces seas advertido, pues corazón tienes dentro de ti (para entender).
14.10 “No busques en exceso una buena apariencia; pues él te acepta así, discretamente. En cualquier sitio, en cualquier momento, tus adornos y tus joyas podrán arrojarte al torrente.
14.11 “A la hora de sembrar, no sólo vayas y siembres: prepárate bien, selecciona bien, planta bien, para que bien eches raíces. Cultiva bien tu sementera, tus campos, tus nopales. Constrúyete allí una casa buena, firme, con ayuda de todos, y déjala en herencia a aquellos a quienes educas.
14.12 “Que vean en ti al que enseña y se preocupa, pues el que instruye a otros fundamenta el modo de no dar vueltas en vano.
XV “Pide con entera humildad, suplica con justicia: he ahí concentrado todo el ritual. Pues satisface, compensa el labio que se manifiesta en súplica.
15.2 “¿Es que ya lo sabes todo sobre la tierra? ¿No estás acaso tanteando con los pies? ¿Te conduces a ti mismo? ¿No eres aún llevado, cargado? Mañana o pasado mañana, ¿quizás llegaremos a saber aquello que sólo Él, y únicamente Él, conoce?
15.3 “Recuerda que te está viendo Nuestro Señor, el que conoce el interior de la piedra y el palo, el que escudriña el corazón del hombre. ¡Nadie conoce su poder, nadie conoce su peso! ¡No es cierto que vivimos sobre la tierra!
XVI “Hay un hombre que vive en embriaguez y en sus manos se babea. Ha manchado su cuello, se apresta a difamar, se apropia de las cosas y da alaridos, pues la hierba y el vino le han atado.
16.2 “Ese ya no sale por su salida ni vive su propia vida, ya no corre su carrera, no tiene rostro ni orejas, ya no canta, no dice, no se expresa; a la hora del grito, ya no puede gritar. No tiene camino ni conoce el orden, pues no presta atención a la palabra buena, aquella que eleva, que expresa.
16.3 “Sólo, sin reflexión, vive, moviéndose de continuo, cayendo de repente. Desgarrado, revolcándose en su inmundicia, vive. No se levanta en paz ni se acuesta en alegría; como conejo se inquieta, como venado huye.
16.4 “En ceguedad vive y no sale de ahí, ya no quiere crecer. Únicamente anhela escabullirse, tan sólo rechaza con el pie. Nada comprende ni retiene, no es civil. Se arroja contra sí mismo, se abandona a las dudas, da golpes, gruñe, lanza mordidas.
16.5 “Ese violó la voluntad de Ketsalkoatl, y por eso, ya no extiende su brazo cuando debe extenderlo ni va al sitio a donde debía ir; ya no entrará a donde deba entrar, ni morirá cuando deba morir.
XVII “Cuanto puedas produce, ambiciona las flores de Aquel que te dio la vida, Aquel por Quien vivimos. Puedes vivir a Su lado en este día que en préstamo has venido a pedirle.
17.2 “Regresa junto a Él, ten consciencia de tu dueño, pues se duele, se enfada cuando le olvidas y, puesto que sois uno, devuelve a tu corazón su pena y su olvido.
17.3 “Busca y reconoce qué es lo que Él quiere de ti sobre la tierra. Como cuando buscamos algo a tientas, como cuando pintamos un libro, ve así: lento, pero sin detenerte. Identifica en qué consisten el infortunio y la desdicha, la inhumanidad y la pérdida, y así no vivas.
17.4 “Sólo en tu propia paz, en tu prudencia, ve adelante, sin vacilación ni duda, para que de ese modo no entristezcas mi corazón. Con toda tu atención, serenamente, así vive.
17.5 “Y no te aflijas por la pobreza humana, no te enfermes por ello ni tus entrañas adelgacen, ni desfallezca tu corazón ante lo retorcido, ante lo que no es recto. ¿Es que sólo tibieza, bondad, ha de ser nuestra suerte?
17.6 “Sé un guerrero. Arrójate al Ser del Cielo, Aquel que nos da vida. Con toda tu fuerza, con todo tu aliento, átate a lo alto, ve junto a él, arrójate a él. Y ocurrirá que él mismo llegará a ser raíz de tu existencia.
XVIII “¿Has recibido Su aliento, Su palabra? Guárdalo en tu corazón como algo secreto. Que no te aturda ni embriague ni te cause orgullo. Ya comprenderéis cómo a nada, a nadie olvida Nuestro Señor.
18.2 “Entra en la bienaventuranza de Dios. Baja tu cabeza, flexiona tus rodillas, adopta una postura atenta, acostumbra tus piernas. Resbala, deslízate hacia Nuestro Señor. Y si algo te atormenta, si algo interfiere tu fluir, disípalo en su dicha y afirma tu vida.
18.3 “Entra en la presencia del Dueño de la Cercana Compañía, el Humano, el que es Noche y Viento (invisible e impalpable); ofrécele enteramente tu corazón y tu cuerpo. Concéntrate en Él donde estás, acércalo a tu rostro, a tu corazón.
18.4 “Mas aún: disfruta la riqueza de Aquel que te atormenta, Aquel que te hace puro. Su agua de intenso azul, su agua de jades, su vaso de turquesa ha depositado en ti, para lavar tu alma y tu vida y merecerte.
18.5 “No murmures nada en tu interior, nada digas ni pienses en forma reactiva, del yerbazal (de tu mente), pues dentro del alma y el cuerpo ve y escucha Nuestro Señor. Si en verdad controlas tus distracciones, él dispondrá algún remedio para tu necesidad.
18.6 “Concéntrate enteramente en Él. El nombre y la gloria de Aquel que todo lo puede es lo único que causa gozo. Él reparte su gloria allá, en lo alto, para todos. Y cuando un hombre bueno la recibe, se vuelve cual un ave excelente; de su cola, de sus alas brotan padres y madres, brotan aquellos que nos guían en cualquier rincón del Universo en que existamos.
XIX “Hijo mío, esto que te doy a comer es alimento puro. Lo que es para comer aquí, sobre esta tierra, acércalo a tu rostro. No te hagas semejante a piedra, pues ya sabes que si una piedra es dura, no sólo una vez se le golpea hasta que se quiebra.
19.2 “Observa al venado cuando lo persiguen: va asustando, ignora a dónde va: al hueco, a la muerte. Y tú, ¿acaso eres venado para que no sepas a dónde vais? Pues te ha sido mostrado el camino; por tu propia voluntad te traicionarías si lo pierdes.
19.3 “Mira: como el árbol florido ya no retoña ni echa brotes - pues sólo retoña y reverdece si resiste la helada, que de otro modo se marchita y seca -, así tú, si no retoñas y echas ramas a la hora del verdor y del renuevo, por tu propia voluntad te habrás arrojado a la boca de las fieras.
19.4 “Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he sido sanado? Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?
19.5 “Con todo, aún cayendo muchas veces, si de nuevo recuerdas a tu Dios y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos.
19.6 “Ve, disfruta de tu tesoro, que viene del seno de Nuestro Señor.
XX “He aquí mi disposición final, aquello que os identificará como mis seguidores, lo que debéis seguir y compartir, pues es alimento escogido. Sólo tres consejos deseo encomendaros:
20.2 “El primero, que busquéis con anhelos haceros amigos de aquel que está en todas partes, en todos los cuerpos, pues es noche y viento y Dueño del cerca y el junto. Y en tal empeño, mirad que no os hagáis orgullosos, desesperados o cobardes, sino más bien, humildes de corazón, poniendo toda vuestra esperanza en Nuestro Señor y atreviéndoos a mantener sus prescripciones.
20.3 “Lo segundo que debéis recordar: tened paz con todas los hombres, respetad a todos y a nadie agraviéis. Por nada del mundo avergonzaréis a otro hombre. Calmaos, que digan de vosotros lo que quieran. Callaos aunque os combatan y no respondáis. Así demostraréis vuestra condición viril y vuestra nobleza, y todos sabrán que sois dignos representantes míos.
20.4 “Y lo tercero que os pido, es que no perdáis el tiempo que os ha dado Dios sobre este mundo. Ocupaos en lo que es bueno de día y de noche, no despreciéis el tiempo. Porque no sabéis si volveréis a vivir o si reconoceréis vuestros rostros allá, donde de algún modo se existe. Aprovechad esta vida.
20.5 “Basta con esto, que era mi misión. Haced en lo adelante lo que bien os pareciere. Todo hombre que se atenga a su propio bien, allegará para sí la excelencia y conquistará la vida.”

La consigna:<br />Mantener la Dignidad, la Fe, la Esperanza, el Respeto y el Honor. A traves de la Sabiduria, la Serenidad, la Sensibilidad y la Sencillez. regresar al Origen. <br /><br />Los seres humanos son libres excepto cuando la humanidad los necesita.<br />ORSON SCOTT CARD
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#3

En la tarde lo pongo en frankdiaz.org
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#4

Toltecas biblicos
Para ser personas que agreden a los indígenas mencionando que son inculturizados y que estos confunden elementos teológicos católicos con cultura prehispanica se muerden muy feo la lengua:

II “Dios es Uno. Ketsalkoatl es su nombre.. Nada exige. Sólo serpientes y mariposas (cuerpo y alma), eso le ofreceréis.

¿Así o mas obvio el robo de texto?. Ya se entiende de donde saca Frank Diaz que es el misionero tolteca.
2.2 “Nuestros padres y abuelos nos exhortaron diciendo que él nos creó, él, cuyas criaturas somos, Nuestro Señor Ketsalkoatl. También creó los cielos, el Sol y la divina tierra

¿Génesis reloaded?)

2.5 “Porque él lo dijo, porque lo ordenó para sí, por eso existimos. No lo olvides ni de día ni de noche; invócale en suspiro, en aflicción.

Ahora copia el uso del verbo divino también del Génesis.


4.2 “Por eso dicen los viejos que los niñitos, los chicos y las chicas, son los amigos queridos de Señor de la Cercana Compañía, y viven a su lado, y junto a él se alegran, y Él es su amigo.

Tomado de la frase: que los niños vengan a mi que de ellos será el reino de los cielos.

VI “El maestro es luz, tea, espejo. Suyas son la tinta negra y la roja, suyos los códices (nota del articulista: ¿Cómo es posible que traduzcan códices? si esta es una palabra usada por los españoles para referirse al compilatorio de textos elaborados pos estos sobre tradiciones indígenas y que no era una palabra existente en el vocabulario antiguo) .

Él mismo es escritura y sabiduría, camino y guía veraz; conduce a las personas y a las cosas, y es una autoridad en los asuntos humanos. ¿De nuevo la referencia del Verbo como elemento de creación y la importancia de la palabra divina en la creación que se encuentra en el Viejo testamento?.


6.2 “Un maestro nunca deja de amonestar; hace sabios los rostros ajenos, nos hace tomar un rostro y desarrollarlo, abre nuestros oídos, nos ilumina. Es guía de guías y ofrece un camino.

De él, uno depende. ¿Después dirán que Jesús fue reencarnación de Quetzalcóat sin tomar en cuenta que estan tomando elementos del Hijo asumiéndolos como los del Padre?.


6.6 “Amante de la oscuridad y los rincones, es un ‘sabio’ misterioso, un ‘chamán’ (nota del articulista: chaman es una palabra siberiana, ¿no pueden traducirlo como hombres sagrados?

Que es l oque correspondía para la época y el lugar) con secretos, un ‘ensoñador’ (Nota del articulista: ¿Perdon?. El término de ensoñador es de Castaneda y fue inventado 700 años después de la desaparición de los toltecas) que roba a su público, pues le despoja de algo. Es un hechicero, pues tuerce los rostros y los extravía, haciendo que los demás pierdan su identidad. Es falso, pues encubre las cosas, tornándolas más difíciles de lo que son y destruyéndolas. Hace perecer a quienes le siguen a fuerza de misterios, acaba con todo. Aquí introducen los elementos del mal relacionados con el Adversario haciendo que los Hombres sagrados asuman el papel de este cuando correctamente los Hombres Sagrados eran las figuras religiosas que representaban a los Dioses en distintas tradiciones de Pueblos de Origen. También descontextualiza un elemento creado por Carlos Castaneda y lo pone en una época ajena tratando de ahí fundamentar la antigüedad de una toltequidad inexistente.


VIII “Y he aquí al padre verdadero: es raíz y principio de linaje de hombres. Bueno es su corazón, recibe las cosas, es compasivo y se preocupa. De él es la precisión, el apoyo, con sus manos protege. Cría y educa a los niños, les amonesta y enseña a vivir, les pone delante un gran espejo, una gruesa antorcha que no ahuma. Fragmento del catecismo que se enseñaba hace unos años.

X “Amaos los unos a los otros, ayudaos entre vosotros en la necesidad, con la manta, la joya, el salario y el alimento. Pues no es verdad, no es cierto si despreciáis a quienes os rodean. ¿Les recuerda a alguien que nacio hace mas de dos mil años y que se hacia llamar Hijo de Dios?.

10.2 “Dad limosna a los hambrientos aunque tengáis que quitaros vuestra comida. Vestid al que va en harapos aunque vosotros mismos quedéis desnudos. Socorred al que os necesita aún a costa de vuestra vida. Mirad que es una vuestra carne y una vuestra humanidad.

10.3 “Recordad al anciano, la anciana, el indigente, el desdichado, al que no se alegra, al que no es feliz, al que tiene pegado el intestino (de hambre), al que no encuentra su casa y vive en confusión, al que derrama sus lágrimas y muerde sus uñas (de desesperación).

12.4 “Pero, ¡huye de las palabras vanas, distraídas! Porque sólo pervierten, no son serenamente rectas; precipitan al hueco a quien las pronuncia, nos llevan a la trampa y al lazo, a la piedra y el palo.

13.3 “Se moderado y austero, verifica que los demás coman primero. Entonces toma agua y lava sus manos y sus bocas. Que no por ser noble perderás tu nobleza, ni caerán los jades, las turquesas, de tus manos llenas.

15.2 “¿Es que ya lo sabes todo sobre la tierra? ¿No estás acaso tanteando con los pies? ¿Te conduces a ti mismo? ¿No eres aún llevado, cargado? Mañana o pasado mañana, ¿quizás llegaremos a saber aquello que sólo Él, y únicamente Él, conoce?

(Nota del articulista: ¿Basándose en el libro de Job?).

15.3 “Recuerda que te está viendo Nuestro Señor, el que conoce el interior de la piedra y el palo, el que escudriña el corazón del hombre. ¡Nadie conoce su poder, nadie conoce su peso! ¡No es cierto que vivimos sobre la tierra!

16.5 “Ese violó la voluntad de Ketsalkoatl, y por eso, ya no extiende su brazo cuando debe extenderlo ni va al sitio a donde debía ir; ya no entrará a donde deba entrar, ni morirá cuando deba morir.

17.6 “Sé un guerrero. Arrójate al Ser del Cielo, Aquel que nos da vida. Con toda tu fuerza, con todo tu aliento, átate a lo alto, ve junto a él, arrójate a él. Y ocurrirá que él mismo llegará a ser raíz de tu existencia.

18.3 “Entra en la presencia del Dueño de la Cercana Compañía, el Humano, el que es Noche y Viento (invisible e impalpable); ofrécele enteramente tu corazón y tu cuerpo. Concéntrate en Él donde estás, acércalo a tu rostro, a tu corazón.

18.6 “Concéntrate enteramente en Él. El nombre y la gloria de Aquel que todo lo puede es lo único que causa gozo. Él reparte su gloria allá, en lo alto, para todos. Y cuando un hombre bueno la recibe, se vuelve cual un ave excelente; de su cola, de sus alas brotan padres y madres, brotan aquellos que nos guían en cualquier rincón del Universo en que existamos.

19.4 “Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he sido sanado? Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?

19.5 “Con todo, aún cayendo muchas veces, si de nuevo recuerdas a tu Dios y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos.

20.2 “El primero, que busquéis con anhelos haceros amigos de aquel que está en todas partes, en todos los cuerpos, pues es noche y viento y Dueño del cerca y el junto. Y en tal empeño, mirad que no os hagáis orgullosos, desesperados o cobardes, sino más bien, humildes de corazón, poniendo toda vuestra esperanza en Nuestro Señor y atreviéndoos a mantener sus prescripciones.

20.3 “Lo segundo que debéis recordar: tened paz con todas los hombres, respetad a todos y a nadie agraviéis. Por nada del mundo avergonzaréis a otro hombre. Calmaos, que digan de vosotros lo que quieran. Callaos aunque os combatan y no respondáis. Así demostraréis vuestra condición viril y vuestra nobleza, y todos sabrán que sois dignos representantes míos.

20.4 “Y lo tercero que os pido, es que no perdáis el tiempo que os ha dado Dios sobre este mundo. Ocupaos en lo que es bueno de día y de noche, no despreciéis el tiempo. Porque no sabéis si volveréis a vivir o si reconoceréis vuestros rostros allá, donde de algún modo se existe. Aprovechad esta vida.


La consigna:<br />Mantener la Dignidad, la Fe, la Esperanza, el Respeto y el Honor. A traves de la Sabiduria, la Serenidad, la Sensibilidad y la Sencillez. regresar al Origen. <br /><br />Los seres humanos son libres excepto cuando la humanidad los necesita.<br />ORSON SCOTT CARD
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#5

Ten envie el texto como palabras de serpientes emplumadas. Mañana enviaria los libros que encontre.

La consigna:<br />Mantener la Dignidad, la Fe, la Esperanza, el Respeto y el Honor. A traves de la Sabiduria, la Serenidad, la Sensibilidad y la Sencillez. regresar al Origen. <br /><br />Los seres humanos son libres excepto cuando la humanidad los necesita.<br />ORSON SCOTT CARD
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#6

No olvidar que el Huhuellatoli mas conocido es el de Leon Portilla y Librado Segura, siendo el segundo nativo hablante de nahiatl.
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