09-21-2007, 05:35 AM
SOBRE EL AUTOR
Carlo Ginzburg (Turín 1939) es conocido por sus aportaciones al
campo de la microhistoria. La microhistoria es una rama de la
historia social de desarrollo reciente, que analiza cualquier clase
de acontecimientos, personajes u otros fenómenos del pasado que en
cualquier otro tratamiento de las fuentes pasarían inadvertidos. La
razón por la que llaman el interés del historiador puede ser muy
diversa: puede ser lo raro pero también lo cotidiano. En todo caso,
demuestra tener posibilidades interpretativas desusadas cuando el
historiador introduce la llamada reducción de escala o el examen con
lupa del pasado, que constituye el instrumento innovador de esta
disciplina.
Su obra más conocida es "El queso y los gusanos" (1980), en la que
analiza el proceso inquisitorial que se hace a un molinero italiano
del s. XVI, acusado de hereje, por manifestar abiertamente su
desconfianza hacia ciertos aspectos de la doctrina católica que
fortalecían a las clases altas en detrimento de las más bajas. La
capacidad del molinero para argumentar su posición y una cultura
infrecuente para su estatus social, prolongarán el proceso.
Ginzburg es especialista en procesos de la Inquisición, sacando a la
luz elementos que hasta su análisis habían pasado desapercibidos, en
relación con la mentalidad y el entorno real de los afectados, en
contraposición con la cultura de la elite, o la académica del
momento. Ginzburg encuentra en algunos de estos procesos (no en el
caso del molinero) la persecución a una serie de prácticas de
orígenes remotos, en relación con el viaje extático, punto a partir
del cual va desenredando una serie de manifestaciones culturales
olvidadas por la "historia oficial". Hablará sobre este tema
en "Las Batallas Nocturnas: Brujería y Cultos Agrarios en los siglos
XVI y XVII" (1983) y, de un modo más profundo y extenso en
la "Historia Nocturna: Las raíces antropológicas del relato" (1990).
Fuentes Biografía:
http://en.wikipedia.org/wiki/Carlo_Ginzburg
http://es.wikipedia.org/wiki/Microhistoria
Carlo Ginzburg (Turín 1939) es conocido por sus aportaciones al
campo de la microhistoria. La microhistoria es una rama de la
historia social de desarrollo reciente, que analiza cualquier clase
de acontecimientos, personajes u otros fenómenos del pasado que en
cualquier otro tratamiento de las fuentes pasarían inadvertidos. La
razón por la que llaman el interés del historiador puede ser muy
diversa: puede ser lo raro pero también lo cotidiano. En todo caso,
demuestra tener posibilidades interpretativas desusadas cuando el
historiador introduce la llamada reducción de escala o el examen con
lupa del pasado, que constituye el instrumento innovador de esta
disciplina.
Su obra más conocida es "El queso y los gusanos" (1980), en la que
analiza el proceso inquisitorial que se hace a un molinero italiano
del s. XVI, acusado de hereje, por manifestar abiertamente su
desconfianza hacia ciertos aspectos de la doctrina católica que
fortalecían a las clases altas en detrimento de las más bajas. La
capacidad del molinero para argumentar su posición y una cultura
infrecuente para su estatus social, prolongarán el proceso.
Ginzburg es especialista en procesos de la Inquisición, sacando a la
luz elementos que hasta su análisis habían pasado desapercibidos, en
relación con la mentalidad y el entorno real de los afectados, en
contraposición con la cultura de la elite, o la académica del
momento. Ginzburg encuentra en algunos de estos procesos (no en el
caso del molinero) la persecución a una serie de prácticas de
orígenes remotos, en relación con el viaje extático, punto a partir
del cual va desenredando una serie de manifestaciones culturales
olvidadas por la "historia oficial". Hablará sobre este tema
en "Las Batallas Nocturnas: Brujería y Cultos Agrarios en los siglos
XVI y XVII" (1983) y, de un modo más profundo y extenso en
la "Historia Nocturna: Las raíces antropológicas del relato" (1990).
Fuentes Biografía:
http://en.wikipedia.org/wiki/Carlo_Ginzburg
http://es.wikipedia.org/wiki/Microhistoria
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

