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Narcís Comadira
#1

Lux me hizo llegar material de Narcís Comadira, el poema que yo busco en concreto parece que sólo está disponible en papel, si lo encuentro algún día ya lo sacaré a pasear... pero traduzco algunos fragmentos de otras cosas que se encuentran aquí: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/Si...32268/index.htm y aquí: http://www.geocities.com/nopotsermentida1/Comadira.doc


I. Emblemas

“Halconería” (fragmento):

“¿Cuál es la fuerza oscura que me lleva, qué hilos
mueven mis alas, qué fuego
puede calentar
tanto la sangre de mi cuerpo?”


II. Desazones,

“Pasado” (fragmento):

Recuerdos, rumor de hojas,
te ensombrecen el pasado:
te salva de ello un día el odio,
otro, la voluntad.


“Mina” (fragmento):

“Sólo por no caer,
te hundes en la mina
donde está el más negro carbón
del pasado, tal vez el estallido
de un diamante ficticio,
y donde siempre falta el aire.”


“Cuarentena” (fragmentos)


“ Y así todos los amores todos artificios
casitas que escampamos aquí y allá
donde pasamos temporadas, ratos
a los que no retornamos jamás”.


“Hay un tiempo que está por venir
una masa de días indistintos
aún una materia contínua
y debemos sabar arrancarlos de su bloque
y darles la forma que tiene un día,
una cara de día, unos ojos de dia”.

“el sufrimiento es un arenal inútil
a menos que lo sepamos reconvertir
en la lente que nos enfoca la mirada
y nos da el sentido de la belleza física”.

“descender al fondo de las cosas, mirarlas
ardidamente porque mirar es la guerra
una fuerza absorvente que destruye
nuestro carácter acomodaticio”.


III. Un paseo por los bulevares ardientes

Que Paris était beau à la fin de septembre.
Corría un aire tibio como de final de etapa
y permanecíamos hablando a la luz del mediodía.
Pronto cada uno huiría contento
por su camino secreto, irreal de tantos sueños.
Ah dolor, leopardo contenido,
adormecido al amparo de los tilos.
Aquel mundo se esfumaba. Tal vez todos lo sabíamos
y permanecíamos tranquilos, sonriendo mansamente,
inmortales en el instante que fijábamos para siempre.
(...)
¿Cuál es tu secreto, cuál es tu secreto?,
me ibas repitiendo. Trazábamos
figuras en la arena, teoremas
tan antiguos como nosotros. Yo callaba.
Quién sabe qué tormentas se escondian
dentro de aquella cabecita, qué inciertos deseos,
qué viajes remotos, saltando de un árbol a otro
con tu cuerpo elástico. ¿Cuál secreto?
(...)

Corre la sangre en nuestras venas,
noches como aullidos, fieras sin carnaza,
colmillos y ojos, centellas en la oscuridad.
Y buscamos el amor, Abril corria
con sus temblores y con perfume de lilas.


IV. Usufructo

Las plantas

Movimiento de amor
el creciente de las plantas, la lenta
confianza de la semilla, el oscuro
destino de la raíz, la fugaz
maravilla de la flor, el fúlgido
estallido del fruto. Mira
este brote, por ejemplo, aprendete
su papel de soporte, su
disponibilidad conductora. Toma,
esta hoja respira y anuncia
la flor que te ofrece
ternura y pasión, el polen
por el ajetreo -ay juventud-
de la fertilidad. Espera
hacerte fruto con el fruto, devenir
todo tú fruto. Acepta
volverte dulce, rasgarte,
caer y pasar
por la humillación
de podrirte, de perderte
todo porque la semilla que formas
sea semilla
de otros brotes, de otras flores, de otros frutos.
Sí, hazte
todo tú brote, todo hoja, todo flor,
todo tú fruto, todo movimiento de amor,
con el fin de entender. Y canta.

V. Enigma

Triunfo de la Vida

Vida, tú, ¿de dónde surges?
¿Qué afán poderoso
puede desvelarte mínima
en lo más imperceptible
poso duro de la piedra?
¿Del polvo mineral
que va, se alza y se mezcla
al metal decidido,
puro en cuerpos perfectos,
en maclas de pirites,
o suspendido en arcillas,
en la carnal ortosa?
¿Del cristal absoluto,
centella de olivina
al magma seco
de la piedra volcànica?

Resbalas sobre el cuarzo,
luz en la luz del número,
absorta de tus límites
eternos pero con semilla
de un destino mucho más alto
que pasa por la dura
carencia de la forma.
Gases, vapores, agitación
en nieblas absolutas
sobre estanques de fiebre!

En la caída echa raíces
la mínima estructura.
Ternura imperceptible
del código más ligero.
inmarchitable ley,
inquietud eterna, inquietud
de retornar al cristal
mental del pensamiento.
Inquietud terca del liquen,
inquietud carnosa del hongo,
manar fresco del helecho,
¡música de la espora!

¿Qué milagro formas
en tu crecer, brote,
pasión de la sabia,
estallido fugaz, proyecto,
cristal viviente, imagen
del pasado y del futuro,
diamante de la flor,
misterio de la rosa?
Por tí se ven pagadas
las hiedras más oscuras,
la yerba y la viña virgen,
la azul genciana,
el el saúco, el geranio,
la estática palmera,
el olivo, el laurel,
toda la flora alpina
cercana a las nieves,
al al viento helado que exhorta
a aceptar lo más humilde
destino de oscuro rizoma,
esperando primaveras
sempre demasiado fugaces;
la flora tropical,
sempre exudandose febril,
perisiéndose siempre extensa
en hojas generosas,
grandilocuente, y siempre
tenebrosa de verde,
moviéndose lentamente
por los caminos del exceso,
voraz de ella misma.
Que se pudre y renace.
Ah! Carnívoras flores
que os nutrís de la flor
mòvil que no entendeis,
gràcil insecto, libre
flor de brotes ociosos,
corolas de alas, elitros;
mosca, joya y màquina,
escarabajo absurdo,
cantárida, esmeralda
viajera, i tu, grillo,
ritmador de los estíos,
abejón insistente,
abeja industriosa,
madre de mieles y ceras.
Y tu mantis leñosa,
langosta de rastrojo,
añoradora de fulles,
aún contemplándote
en pasados vegetales,
ramita de bambú.

Tu ofidio resbaloso,
doble lengua que escucha
ritmos pasados de tronco,
que avanzas hacia sangres
calientes, venenosas,
tu, nudo que aprieta dulcísimo.

Tú anguila hermana,
que cumples el ciclo
de la roca al flanqueo,
del riachuelo al mar:
relámpago nocturno de lluna!

Tú pez escurridizo,
oscuro en tu reino
de aguas dulces, saladas.
Pez que comes al pez,
peix que paces algas.
Tú tortuga obligada,
iguana, cocodrilo,
mandíbula implacable,
dientes de todos los terrores.
Tú, lagarto humilde,
de piel reseca y triste,
viejo prematuro, y tú,
la gràcil lagartija,
reina de las grietas,
artificio de oro verde,
de qué manos de orfebre?

¿Qué destino hacia la cordura,
qué fuego de ardiente deseo
calentó tus sangres,
qué hilos desconocidos
tensaron tus alas
y te alzaste potente
desde la roca escarpada,
àguila, emperatriz
de los países celestes?

¿Qué caudal de ternura
se esconde en las plumas
del petirrojo, del gorrión,
del lijero jilguero,
del ruiseñor oculto
que canta en las profundidades?

¿Qué afán encierras, halcón,
en tus tràgicos círculos,
glòria de las aves?
¿I tu, garza torpe,
cazando entre cañaverales?

¿Hacia dónde vas tú, castor,
construyendo embarrado,
hocico dulce, cola plana?
¿Nutria pescadora,
suavecísímo visón?
¿Tú, caballo comprensivo,
tú, asno humillado,
tú, gato, tú, oso, jabalí,
tú, perro, tú, leopardo,
tú , vaca mugidora
de ojos inmensos, león
que devora la gacela,
ciervo que huye del tigre,
lobo que huye del hambre,
hombre que huye del hombre?

Hombre, pozo de terrores,
¿sientes sólo en la sangre
espesa de tantos cambios
el deseo del polvo,
de regresar a la nada?

Por un destino tan largo,
fatigoso de metales,
de alas, de sangres heladas,
de zarpas y relinchos,
de astas, colmillos, picos,
de plumas y escamas,
de ternura y olvido,
de astúcia y de caza,
de instintos encarcelados,
¡haz tuyo tu viaje!

Refresa a tu número puro,
vuélvete vida más alta:
ciclo de otro ciclo:
matèria, espíritu,
voluntad y deseo,
mineral y vapor:
vida y nada hechos un
solo sentido del sentido,
sólo sentido sin sentido.
(Libertad, libertad,
de extenderse y vagar
por espacios inconclusos
al número que, obligándonos,
nos hace semilla más libre!).

Yo en el Todo y en el Nombre
que rodea todo impulso
generoso, recuperándome.
Encontrándome en ti y en todos,
en el Todos y en el Nombre
que comprende y nos comprende,
que nos afirma negándonos.
Nombre guardado en el Nombre,
Extasiado en el Nombre,
Nombre, amor puro del Nombre,
Nombre, cristal de su Nombre.


http://www.lletra.com/noms/ncomadira/index.html

Narcís Comadira estudió Humanidades y Filosofía en el seminario de su ciudad y en el monasterio de Montserrat, y posteriormente inició estudios de Arquitectura y de Filología Románica y terminó por licenciarse en Historia del Arte. De 1971 a 1973 fue lector en la Universidad de Londres. Además de su labor como poeta y pintor, ha ejercido otras disciplinas, como la dramaturgia, la traducción, el artículo periodístico, la crítica literaria, el estudio de la historia del arte, la arquitectura y la publicidad.


El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)
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Mensajes en este tema
Narcís Comadira - por Vaelia - 03-20-2008, 09:22 PM
Narcís Comadira - por Lux - 03-20-2008, 10:46 PM
Narcís Comadira - por Dark Crow - 04-23-2008, 08:51 PM

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