10-14-2007, 05:30 AM
El hecho es que la convivencia, incluso antes de la aparición de perros, del lobo y el hombre parece ser muy anterior a cualquier relación de ese tipo con otras especies animales.
La mayoría de autores defienden la teoría de que cualquier raza canina tiene su origen en el lobo (de ahí que el perro haya pasado de llamarse canis familiaris a canis lupus familiaris) si bien es probable que dada la extensión del lobo en el planeta, y las numerosas subespecies documentadas, y los diferentes focos de aparción del perro, no todos los perros vinieran de la misma.
Otros autores defienden que no sólo el lobo, sino varios tipos de cánido domesticados dieran origen a los perros, destaca entre éstos Konrad Lorenz quien aventuró que algunas especies de perros pudieran descender del chacal, si bien su hipótesis parece haber sido superada.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que varias especies de cánidos, tales como los lobos, los perros, los chacales y los coyotes son interfértiles, es decir pueden reproducirse en caso que se dé un apareamiento y dar descendencia también fértil. Recordemos también que una de las hipótesis que se maneja en cuanto al origen del lobo rojo (canis rufus), especie independiente del canis lupus o lobo gris, es que fuera un cruce, sin intervención humana alguna, entre coyotes y lobos.
Así mismo, el proceso contrario a la domesticación es la llamada readaptación a la vida salvaje, por el cual una especie doméstica se hace independiente del humano. En el caso de los perros vagabundos, que viven cerca de las ciudades, el proceso de readaptación es más lento; se acelera, sin embargo cuando el animal doméstico puede cruzarse con su antecesor salvaje. Lejos de la intervención humana, será la selección natural la que potenciará la permanencia de los rasgos que favorecen la vida salvaje, y eliminará aquellos que la dificultan.
Uno de los ejemplos más claros y excepcionales de este proceso es el experimentado por el Dingo australiano.
La mayoría de autores defienden la teoría de que cualquier raza canina tiene su origen en el lobo (de ahí que el perro haya pasado de llamarse canis familiaris a canis lupus familiaris) si bien es probable que dada la extensión del lobo en el planeta, y las numerosas subespecies documentadas, y los diferentes focos de aparción del perro, no todos los perros vinieran de la misma.
Otros autores defienden que no sólo el lobo, sino varios tipos de cánido domesticados dieran origen a los perros, destaca entre éstos Konrad Lorenz quien aventuró que algunas especies de perros pudieran descender del chacal, si bien su hipótesis parece haber sido superada.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que varias especies de cánidos, tales como los lobos, los perros, los chacales y los coyotes son interfértiles, es decir pueden reproducirse en caso que se dé un apareamiento y dar descendencia también fértil. Recordemos también que una de las hipótesis que se maneja en cuanto al origen del lobo rojo (canis rufus), especie independiente del canis lupus o lobo gris, es que fuera un cruce, sin intervención humana alguna, entre coyotes y lobos.
Así mismo, el proceso contrario a la domesticación es la llamada readaptación a la vida salvaje, por el cual una especie doméstica se hace independiente del humano. En el caso de los perros vagabundos, que viven cerca de las ciudades, el proceso de readaptación es más lento; se acelera, sin embargo cuando el animal doméstico puede cruzarse con su antecesor salvaje. Lejos de la intervención humana, será la selección natural la que potenciará la permanencia de los rasgos que favorecen la vida salvaje, y eliminará aquellos que la dificultan.
Uno de los ejemplos más claros y excepcionales de este proceso es el experimentado por el Dingo australiano.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

