11-27-2007, 07:00 AM
Una de las cosas que me animó a publicar esos apuntes es que normalmente se tiene una visión homogenea de los tipos de caballero medieval, y es interesante ver que en algunos casos las cosas no encajan exactamente con la visión que se tiene hoy día. También hay cosas que escapan del ciclo del héroe, formando parte de otras estructuras.
Cuando se empiezan a escribir las crónicas, y los cantares de gesta, el prototipo es el de guerrero, digamos que no se espera un especial refinamiento en las formas. Lo más valioso es el papel de defensor, de aniquilador de enemigos. Esto corresponde a la alta Edad Media, en la que las condiciones son bastante más rudas de lo que veremos después, cuando toque hablar de palacios en lugar de castillos; los castillos son lugares de defensa, los palacios más bien centros de administración. Es una época muy violenta.
Cuando las cosas se van tranquilizando, empieza a florecer una cultura propia de la época. En algunos aspectos, al menos a lado y lado de los Pirineos, la iglesia cumplió una función pacificadora y a favor de la cultura. Digamos que tras la caída del imperio romano, los caminos se tornaron bastante inseguros, y en general se potenció la autosuficiencia de centros de población. La tarea fue hasta cierto punto volver a activar redes de intercambio, de mercancías, de conocimiento.
[ La noble misión se estropea bastante cuando el poder de Roma entra en escena, y empiezan a perseguir a los cátaros (esa persecución sentará las bases de la primera inquisición). ]
En cierto modo gracias a esa serie de reformas pacificadora aparece la filosofía trobadoresca, que al parecer pudo ser una vía real de conocimiento, con sus procedimientos y reglas ( de ahí que se hable de las Leyes de Amor) y no solo andar a cantarle cosas lindas a las damas. Pero hablar más sería aventurarme en un sendero peligroso, porque hay personas que elucubran más que se documentan. De todos modos es algo que no sería demasiado bien visto en esta época, por echar muchas fantasías a la ruina
Ya llegando al renacimiento es cuando se exige del caballero cumplir parte y parte; lo correspondiente a los modos de batalla, y a los modos del conocimiento en relación a la cultura, y también en referencia a el conocimiento de la filosofía trobadoresca. Lo que pasa en la Baja Edad Media, es que la burguesía empieza a cobrar importancia y la nobleza a perderla. Hacia el final de esta época, no se exige tanto de los caballeros la nobleza de linaje, como el cumplir con los requisitos propios de la caballería. Aquí ya no se trata de cantares de gesta, o lírica trobadoresca, sino de novela de caballerías (s. XV). Pero, por otro lado, también empiezan a proliferar novelas destinadas más al entretenimiento y a la evasión que a otra cosa.
El Quijote es un libro importante porque, escrito en el s. XVII, resulta - entre otras muchas cosas- una crítica dura de esta novela de evasión. Hay un cambio de ambiente y necesidades. Alonso Quijano encarna entre otras cosas a alguien que no vive según las reglas de su época. Hay un episodio bastante significativo, en el que, por su salud mental, se hace una quema de libros de caballerías. De esa quema, el cura y el barbero, benefactores de Alonso Quijano, salvan pocos libros; entre los que destacan las novelas de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco. Es la manera que tiene de decir Cervantes que a pesar de la decadencia del género, hay obras que valen la pena.
Una cosa interesante que tiene el Tirant son las referencias a Llull, otra, ese contexto más realista que le reconoce Cervantes. Si no recuerdo mal, Tirant no es de linaje noble; y muestra de un modo bastante explícito lo que en el resto de obras del género queda adornado.
............
Como postdata, en la Bíblia sí hay referencias a sexualidad, que se supone sagrada por el contexto, pero es algo lo suficientemente evidente (ver el Cantar de los Cantares); lo absurdo es buscar cosas como que Abel era mujer. Lo de alquimistas prehispánicos sí que no me suena XD
Cuando se empiezan a escribir las crónicas, y los cantares de gesta, el prototipo es el de guerrero, digamos que no se espera un especial refinamiento en las formas. Lo más valioso es el papel de defensor, de aniquilador de enemigos. Esto corresponde a la alta Edad Media, en la que las condiciones son bastante más rudas de lo que veremos después, cuando toque hablar de palacios en lugar de castillos; los castillos son lugares de defensa, los palacios más bien centros de administración. Es una época muy violenta.
Cuando las cosas se van tranquilizando, empieza a florecer una cultura propia de la época. En algunos aspectos, al menos a lado y lado de los Pirineos, la iglesia cumplió una función pacificadora y a favor de la cultura. Digamos que tras la caída del imperio romano, los caminos se tornaron bastante inseguros, y en general se potenció la autosuficiencia de centros de población. La tarea fue hasta cierto punto volver a activar redes de intercambio, de mercancías, de conocimiento.
[ La noble misión se estropea bastante cuando el poder de Roma entra en escena, y empiezan a perseguir a los cátaros (esa persecución sentará las bases de la primera inquisición). ]
En cierto modo gracias a esa serie de reformas pacificadora aparece la filosofía trobadoresca, que al parecer pudo ser una vía real de conocimiento, con sus procedimientos y reglas ( de ahí que se hable de las Leyes de Amor) y no solo andar a cantarle cosas lindas a las damas. Pero hablar más sería aventurarme en un sendero peligroso, porque hay personas que elucubran más que se documentan. De todos modos es algo que no sería demasiado bien visto en esta época, por echar muchas fantasías a la ruina
Ya llegando al renacimiento es cuando se exige del caballero cumplir parte y parte; lo correspondiente a los modos de batalla, y a los modos del conocimiento en relación a la cultura, y también en referencia a el conocimiento de la filosofía trobadoresca. Lo que pasa en la Baja Edad Media, es que la burguesía empieza a cobrar importancia y la nobleza a perderla. Hacia el final de esta época, no se exige tanto de los caballeros la nobleza de linaje, como el cumplir con los requisitos propios de la caballería. Aquí ya no se trata de cantares de gesta, o lírica trobadoresca, sino de novela de caballerías (s. XV). Pero, por otro lado, también empiezan a proliferar novelas destinadas más al entretenimiento y a la evasión que a otra cosa.
El Quijote es un libro importante porque, escrito en el s. XVII, resulta - entre otras muchas cosas- una crítica dura de esta novela de evasión. Hay un cambio de ambiente y necesidades. Alonso Quijano encarna entre otras cosas a alguien que no vive según las reglas de su época. Hay un episodio bastante significativo, en el que, por su salud mental, se hace una quema de libros de caballerías. De esa quema, el cura y el barbero, benefactores de Alonso Quijano, salvan pocos libros; entre los que destacan las novelas de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco. Es la manera que tiene de decir Cervantes que a pesar de la decadencia del género, hay obras que valen la pena.
¡Válame Dios! dijo el cura, dando una gran voz. ¡Que aquí esté Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre; que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. (...). Dígoos verdad, señor compadre, que, por su estilo, es éste el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen, y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros deste género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho. http://es.wikipedia.org/wiki/Tirant_lo_Blanc
Una cosa interesante que tiene el Tirant son las referencias a Llull, otra, ese contexto más realista que le reconoce Cervantes. Si no recuerdo mal, Tirant no es de linaje noble; y muestra de un modo bastante explícito lo que en el resto de obras del género queda adornado.
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Como postdata, en la Bíblia sí hay referencias a sexualidad, que se supone sagrada por el contexto, pero es algo lo suficientemente evidente (ver el Cantar de los Cantares); lo absurdo es buscar cosas como que Abel era mujer. Lo de alquimistas prehispánicos sí que no me suena XD
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

