03-31-2008, 06:00 PM
Un poco lentos, estos medios...
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/bi...elpepisoc_3/Tes
Los biocombustibles pierden la etiqueta ecológica
Crecen las dudas sobre su capacidad para reducir CO2 y los temores a sus efectos adversos - Reino Unido cuestiona los objetivos marcados por la UE
JAVIER RICO - Madrid - 31/03/2008
A los biocombustibles cada vez les resulta más difícil llevar colgada la etiqueta de fuente de energía ecológica. La culpa es del creciente número de expertos, investigadores y ecologistas que cuestionan su capacidad para reducir las emisiones de CO2, y hablan los efectos de deforestación y de aumento de las desigualdades que pueden causar.
(...) no se trata sólo de asesores e informes del Reino Unido. Otros expertos en materias ambientales, numerosos centros de investigación y universidades y la mayor parte de los grupos ecologistas y de defensa de los derechos humanos emiten a diario declaraciones y documentos en los que afirman que los biocombustibles no contribuyen a luchar contra el cambio climático, que provocan graves impactos ambientales en zonas de alto valor ecológico (Indonesia y Suramérica, principalmente), que alteran el precio de los alimentos y que afianzan un modelo agrícola de explotación laboral y alta dependencia de grandes multinacionales.
Los economistas del área de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acaban de reconocer en un foro abierto en Internet que "el rápido crecimiento en el uso de los biocombustibles de primera generación ha repercutido en el precio de los alimentos y es un tema de preocupación en numerosos países". Sin embargo, también hablaban de sus beneficios, como la reducción de emisiones del impacto de su producción sobre el medio ambiente.
Se trata de un constante cruce de acusaciones y apoyos que mantienen al sector en vilo, especialmente en Europa. (...)
Jorge Riechmann, del equipo técnico del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras, prefiere no mostrar a los biocombustibles, de partida, como ecológicos. "No todo aprovechamiento de la energía renovable resulta sostenible. La idea de sustituir la gasolina y el gasóleo por carburantes elaborados a partir de la biomasa sólo sería buena con muchos menos vehículos de motor en el planeta y mucho menor uso de los mismos; es decir, con otro modelo de transporte", sostiene.
Uno de los cuestionamientos que se ponen a los objetivos de la UE es que para cubrir los porcentajes establecidos (que ahora superan escasamente el 2%) habrá que poner en cultivo millones de hectáreas, y no todas en Europa. (...)
El cultivo y producción en terceros países, la roturación de terrenos vírgenes, el empleo de maquinaría pesada para la plantación y recolección, la utilización de fertilizantes y plaguicidas y el transporte hacia los lugares de procesamiento y consumo cuestionan la contribución de los biocombustibles en la lucha contra el cambio climático y, por el contrario, hacen pensar que, incluso, pueden favorecer el aumento de las emisiones. Así lo piensa, no sólo el instituto holandés, sino organizaciones ecologistas como Greenpeace y Amigos de la Tierra y varios estudios publicados recientemente en la revista Science.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, advierte de que la política de la UE va mucho más allá de los porcentajes. "Nunca antes se había llegado tan lejos con la exigencia de sostenibilidad, hasta el punto que los biocombustibles reciben un peor trato que la producción agrícola tradicional o los carburantes fósiles, para los que no existen esas exigencias".
La nueva directiva europea de energías renovables dice que no se podrán etiquetar como biocombustibles los que utilicen materias primas de bosques vírgenes, praderas y áreas protegidas o de la conversión de humedales y zonas de silvicultura, ni los que emitan por encima de un 35% menos de GEI que los combustibles fósiles. "Esto supone primar el uso de carburantes fósiles", asegura el IDAE.
En cualquier caso, las investigaciones para mejorar los biocombustibles siguen en marcha. Y avanzan. "Entre las muchas direcciones en las que se trabaja, está la de atender a las características de cada mercado. Por ejemplo, en el norte de Europa, habrá un desarrollo viable y sostenible en torno al aprovechamiento de los residuos forestales y de las fábricas de pasta de papel. En el sur de Europa habrá que pensar en aprovechamientos o plantaciones que no supongan una alta demanda de agua. Es decir, adaptarse a la geografía y la climatología para producir de forma sostenible", asegura Luís Cabra, director corporativo de Tecnología e Ingeniería de Repsol YPF y presidente de la Plataforma Tecnológica Europea de Biocarburantes.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/bi...elpepisoc_3/Tes
Los biocombustibles pierden la etiqueta ecológica
Crecen las dudas sobre su capacidad para reducir CO2 y los temores a sus efectos adversos - Reino Unido cuestiona los objetivos marcados por la UE
JAVIER RICO - Madrid - 31/03/2008
A los biocombustibles cada vez les resulta más difícil llevar colgada la etiqueta de fuente de energía ecológica. La culpa es del creciente número de expertos, investigadores y ecologistas que cuestionan su capacidad para reducir las emisiones de CO2, y hablan los efectos de deforestación y de aumento de las desigualdades que pueden causar.
(...) no se trata sólo de asesores e informes del Reino Unido. Otros expertos en materias ambientales, numerosos centros de investigación y universidades y la mayor parte de los grupos ecologistas y de defensa de los derechos humanos emiten a diario declaraciones y documentos en los que afirman que los biocombustibles no contribuyen a luchar contra el cambio climático, que provocan graves impactos ambientales en zonas de alto valor ecológico (Indonesia y Suramérica, principalmente), que alteran el precio de los alimentos y que afianzan un modelo agrícola de explotación laboral y alta dependencia de grandes multinacionales.
Los economistas del área de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acaban de reconocer en un foro abierto en Internet que "el rápido crecimiento en el uso de los biocombustibles de primera generación ha repercutido en el precio de los alimentos y es un tema de preocupación en numerosos países". Sin embargo, también hablaban de sus beneficios, como la reducción de emisiones del impacto de su producción sobre el medio ambiente.
Se trata de un constante cruce de acusaciones y apoyos que mantienen al sector en vilo, especialmente en Europa. (...)
Jorge Riechmann, del equipo técnico del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras, prefiere no mostrar a los biocombustibles, de partida, como ecológicos. "No todo aprovechamiento de la energía renovable resulta sostenible. La idea de sustituir la gasolina y el gasóleo por carburantes elaborados a partir de la biomasa sólo sería buena con muchos menos vehículos de motor en el planeta y mucho menor uso de los mismos; es decir, con otro modelo de transporte", sostiene.
Uno de los cuestionamientos que se ponen a los objetivos de la UE es que para cubrir los porcentajes establecidos (que ahora superan escasamente el 2%) habrá que poner en cultivo millones de hectáreas, y no todas en Europa. (...)
El cultivo y producción en terceros países, la roturación de terrenos vírgenes, el empleo de maquinaría pesada para la plantación y recolección, la utilización de fertilizantes y plaguicidas y el transporte hacia los lugares de procesamiento y consumo cuestionan la contribución de los biocombustibles en la lucha contra el cambio climático y, por el contrario, hacen pensar que, incluso, pueden favorecer el aumento de las emisiones. Así lo piensa, no sólo el instituto holandés, sino organizaciones ecologistas como Greenpeace y Amigos de la Tierra y varios estudios publicados recientemente en la revista Science.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, advierte de que la política de la UE va mucho más allá de los porcentajes. "Nunca antes se había llegado tan lejos con la exigencia de sostenibilidad, hasta el punto que los biocombustibles reciben un peor trato que la producción agrícola tradicional o los carburantes fósiles, para los que no existen esas exigencias".
La nueva directiva europea de energías renovables dice que no se podrán etiquetar como biocombustibles los que utilicen materias primas de bosques vírgenes, praderas y áreas protegidas o de la conversión de humedales y zonas de silvicultura, ni los que emitan por encima de un 35% menos de GEI que los combustibles fósiles. "Esto supone primar el uso de carburantes fósiles", asegura el IDAE.
En cualquier caso, las investigaciones para mejorar los biocombustibles siguen en marcha. Y avanzan. "Entre las muchas direcciones en las que se trabaja, está la de atender a las características de cada mercado. Por ejemplo, en el norte de Europa, habrá un desarrollo viable y sostenible en torno al aprovechamiento de los residuos forestales y de las fábricas de pasta de papel. En el sur de Europa habrá que pensar en aprovechamientos o plantaciones que no supongan una alta demanda de agua. Es decir, adaptarse a la geografía y la climatología para producir de forma sostenible", asegura Luís Cabra, director corporativo de Tecnología e Ingeniería de Repsol YPF y presidente de la Plataforma Tecnológica Europea de Biocarburantes.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

