04-28-2008, 06:58 AM
Vae.
Planetary 8
Snow, Jakita y Batería van al desierto, al encuentro de una mujer preciosa llamada Allyson, quien les guiará a la abandonada "EEUU ciudad científica" o "ciudad cero". Allyson lleva años escondiéndose también, es el tipo de personas que saben de las acciones de Planetary.
Antes de entrar al recinto, se estrella un helicóptero y surgen de su madriguera un grupo de hormigas gigantes, de las que Jakita se encarga gustosa.
En el interior, Allyson explica que allí fue donde rodaron las películas fantásticas (de monstruos) de los '50. Posteriormente el lugar se convertiría en un laboratorio o centro de experimentación secreto que, aprovechando la paranoia anticomunista de la época, empleaba como conejillos de indias a los supuestos disidentes, a los que hacían desaparecer oficialmente y de los que disponían por completo. Cuando Allyson habla del clima de miedo que se vivía en la época en EEUU, Snow comenta que él estuvo ahí.
Se experimentó con animales (perros, hormigas) y personas, efectuando multitud de pruebas empleando la
tecnología disponible contra los límites naturales. En la mayoría de ocasiones dolorosas, estos experimentos los convertían en seres monstruosos; hombres gigantes, invisibles, híbridos con insectos... a Allyson, quien reconoce haber tenido suerte en comparación a otros muchos, la mataron sólo para devolverla a la vida por medios artificiales.
Ella aclara que no era un proyecto gubernamental. Y aunque Rayan Dowling - líder del proyecto Artemisa (ver Planetary6)- estuviera allí, éste parecía estar al cargo de la corporación Hark,con la presencia de Anna Hark -líder de la corporación Hark (ver Planetary 4 y 5)-.
Allyson indica que el lugar contiene información acerca de las actividades que allí se realizaron, solicita al equipo Planetary que la use por todos aquellos que fueron sus víctimas. También confiesa que, aunque podría haber dado aviso antes, por cobardía había esperado hasta ese último día de vida (su segunda vida, artificial, tenía fecha de caducidad). "Era sólo media vida, pero la quería (...) Me alegro de haberlos conocido". Entonces Allyson muere -desaparece-.
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El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)
Planetary 8
Snow, Jakita y Batería van al desierto, al encuentro de una mujer preciosa llamada Allyson, quien les guiará a la abandonada "EEUU ciudad científica" o "ciudad cero". Allyson lleva años escondiéndose también, es el tipo de personas que saben de las acciones de Planetary.
Antes de entrar al recinto, se estrella un helicóptero y surgen de su madriguera un grupo de hormigas gigantes, de las que Jakita se encarga gustosa.
En el interior, Allyson explica que allí fue donde rodaron las películas fantásticas (de monstruos) de los '50. Posteriormente el lugar se convertiría en un laboratorio o centro de experimentación secreto que, aprovechando la paranoia anticomunista de la época, empleaba como conejillos de indias a los supuestos disidentes, a los que hacían desaparecer oficialmente y de los que disponían por completo. Cuando Allyson habla del clima de miedo que se vivía en la época en EEUU, Snow comenta que él estuvo ahí.
Se experimentó con animales (perros, hormigas) y personas, efectuando multitud de pruebas empleando la
tecnología disponible contra los límites naturales. En la mayoría de ocasiones dolorosas, estos experimentos los convertían en seres monstruosos; hombres gigantes, invisibles, híbridos con insectos... a Allyson, quien reconoce haber tenido suerte en comparación a otros muchos, la mataron sólo para devolverla a la vida por medios artificiales.
Ella aclara que no era un proyecto gubernamental. Y aunque Rayan Dowling - líder del proyecto Artemisa (ver Planetary6)- estuviera allí, éste parecía estar al cargo de la corporación Hark,con la presencia de Anna Hark -líder de la corporación Hark (ver Planetary 4 y 5)-.
Allyson indica que el lugar contiene información acerca de las actividades que allí se realizaron, solicita al equipo Planetary que la use por todos aquellos que fueron sus víctimas. También confiesa que, aunque podría haber dado aviso antes, por cobardía había esperado hasta ese último día de vida (su segunda vida, artificial, tenía fecha de caducidad). "Era sólo media vida, pero la quería (...) Me alegro de haberlos conocido". Entonces Allyson muere -desaparece-.
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El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

