06-07-2008, 10:47 AM
[size=]Viaje al infierno[/size]
El Hades, la morada de los muertos en la mitología griega, existe, pero no en el Peloponeso, sino en Bélgica, a 225 metros bajo tierra. La entrada a este inframundo -flanqueada por una pequeña escultura de Santa Bárbara, la patrona de los mineros- se encuentra en la localidad de Mol, 75 kilómetros al noreste de Bruselas. Allí se halla el Centro de Estudios de la Energía Nuclear (SCK CEN), uno de los principales institutos de investigación en el ámbito de la energía atómica en Europa. Y el HADES, acrónimo de High Activity Disposal Experimental Site, es, en realidad, un laboratorio subterráneo que busca una solución al principal lastre de la industria nuclear: la basura radiactiva.
Los 146 reactores de la Unión Europea producen el 31% de la electricidad consumida por sus 27 miembros. Pero esta despensa energética genera alrededor de 550 metros cúbicos de residuos de alta actividad cada año. En España, cada ciudadano, pronuclear o antinuclear, es culpable de la producción de cuatro gramos anuales de desperdicios nucleares, radiactivos durante miles de años.
Los científicos del HADES investigan desde 1980 si es seguro enterrar el uranio ya exprimido a varios cientos de metros bajo tierra y esperar durante decenas de miles de años a que pierda su radiactividad o se encuentre una solución definitiva al problema. Por el momento, son cautos. Según el ingeniero industrial Marc Buyens, del SCK CEN, todavía tienen que pasar 10 o 15 años para que los almacenes geológicos profundos (AGP), como el que se ensaya en Mol, queden bendecidos al 100%. \"Es imposible hacer un experimento de dos meses para saber cómo se comportarán los residuos durante cientos de años\", explica, con una voz que retumba en un túnel de hormigón del HADES.
fuente: www.publico.es/ciencias/123643/agp/residuos/nuclear/hades/foratom
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