06-02-2009, 02:42 AM
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La extinción de los lobos.
2009-05-24
Fueron los calibres 22 los que hicieron sencilla la tarea de aniquilación. Todo mundo podía portar una pistolita de esas, así mataron rápido a los lobos, que eran considerados indeseables, señala con fría precisión don Leopoldo Haro Serrano.
Cae la tarde y el cañón donde se enclava Cortapico [San Martín de Bolaños, Jalisco] comienza a aligerar el calor, pero el anciano de no se quita el sombrero aunque las frondosas higueras aporten sombra permanente. Cuando los arrieros llevaban la mercancía hacia Guadalajara, se hacían cuatro días, y a veces salían los lobos, se pegaban y mordían a los burros, eran peligrosos [ ] yo lo viví desde antes de los años 50, añade el viejo de 85 años.
Entonces empezó a subir la gente para matarlos con armas, porque agarraban becerros chicos, y esas gentes los perseguían duro y duro; cuando salieron las armas de calibre 22, todo fue más fácil, con un tiro quedaban.
- ¿A usted le tocó ver lobos?
- Sí, me tocó ver a gente con lobitos lazados, para demostrar que habían matado a sus padres acá por la sierra; todo porque mataban a los becerros.
- ¿y después qué pasaba con los cachorros?
- Pos a mí me tocó verlos que los llevaban lazaditos, así como si fueran perritos, eran bonitos, pero había muchos problemas [ ] nos tocó ver a nuestro México muy en ruinas, saliendo apenas de las guerras, y la gente no podía trabajar, no podía sembrar, y así pasó un tiempo.
- ¿Cuánto se hacía de aquí a Guadalajara?
- Como cuatro días, yo llegue a ir muy chico; nos íbamos por Milpillas, salíamos por Huitzila, hacia El Salvador, y luego por La Lobera, bajábamos a San Cristóbal de la Barranca. Allí había un puente, un columpio, y ahí cobraban por cada persona o bestia. Había mucha agua en el río, era peligroso.
- ¿Qué mercancía llevaba?
- Llevábamos blanquillos y pollos, pero había que cuidarse justamente porque en esos años todavía por la sierra había muchos lobos. (...)
La extinción de los lobos.
2009-05-24
Fueron los calibres 22 los que hicieron sencilla la tarea de aniquilación. Todo mundo podía portar una pistolita de esas, así mataron rápido a los lobos, que eran considerados indeseables, señala con fría precisión don Leopoldo Haro Serrano.
Cae la tarde y el cañón donde se enclava Cortapico [San Martín de Bolaños, Jalisco] comienza a aligerar el calor, pero el anciano de no se quita el sombrero aunque las frondosas higueras aporten sombra permanente. Cuando los arrieros llevaban la mercancía hacia Guadalajara, se hacían cuatro días, y a veces salían los lobos, se pegaban y mordían a los burros, eran peligrosos [ ] yo lo viví desde antes de los años 50, añade el viejo de 85 años.
Entonces empezó a subir la gente para matarlos con armas, porque agarraban becerros chicos, y esas gentes los perseguían duro y duro; cuando salieron las armas de calibre 22, todo fue más fácil, con un tiro quedaban.
- ¿A usted le tocó ver lobos?
- Sí, me tocó ver a gente con lobitos lazados, para demostrar que habían matado a sus padres acá por la sierra; todo porque mataban a los becerros.
- ¿y después qué pasaba con los cachorros?
- Pos a mí me tocó verlos que los llevaban lazaditos, así como si fueran perritos, eran bonitos, pero había muchos problemas [ ] nos tocó ver a nuestro México muy en ruinas, saliendo apenas de las guerras, y la gente no podía trabajar, no podía sembrar, y así pasó un tiempo.
- ¿Cuánto se hacía de aquí a Guadalajara?
- Como cuatro días, yo llegue a ir muy chico; nos íbamos por Milpillas, salíamos por Huitzila, hacia El Salvador, y luego por La Lobera, bajábamos a San Cristóbal de la Barranca. Allí había un puente, un columpio, y ahí cobraban por cada persona o bestia. Había mucha agua en el río, era peligroso.
- ¿Qué mercancía llevaba?
- Llevábamos blanquillos y pollos, pero había que cuidarse justamente porque en esos años todavía por la sierra había muchos lobos. (...)
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

