01-24-2009, 10:39 AM
Mensaje 2 de 9 en la discusión
De: Alias de MSNVaeliaBjalfi Enviado: 04/01/2005 16:37
Voy a intentar comentar el texto de Maxi... sólo son algunas opiniones, pero igual me pasé tratando de argumentarlas
Personificar a la Magia no es algo exagerado; sabemos que puede actuar como una entidad independiente; alejándose, acercándose, emitiendo llamados, enfadándose incluso como una criatura caprichosa. Lo mismo sucede con cosas como la Suerte o el Amor. Esta personificación puede ayudarnos a manejarla, pero no es una respuesta realmente satisfactoria para enfrentarnos a la cuestión que nos planteamos: si la magia antes era más poderosa, y en tal caso qué podríamos hacer para recuperar las habilidades que pertenecieron a nuestros antepasados.
Esta idea es algo frecuente. Hoy día podemos recuperar vestigios de lo que fue la práctica mágica precisamente rastreando los documentos de la Edad Media, a su vez referidos con frecuencia a épocas más lejanas en el tiempo, y lo que descubrimos nos sorprende. Sin embargo, creo que esta primera conclusión, la de un pasado en el que "la Magia corría salvaje" o "en estado puro", es una fantasía contemporánea más.
En primer lugar, es interesante apliar nuestro campo de visión sobre el mundo actual. Si tenemos en consideración otras culturas, aún supervivientes, si desde el debido respeto y prudente distancia leemos, por ejemplo, a Olga Kariatidi o a Lynn Andrews, (las pongo como ejemplo porque tratan acerca de un chamanismo que no requiere del uso de drogas para alterar los estados de conciencia) nos damos cuenta de que la magia "impresionante" sigue ahí, como siempre ha estado... Y nos acercamos también a otro tipo de conclusiones acerca de porqué esa práctica de "magia poderosa" nos queda algo lejos.
El problema de este aparente distanciamiento es más complejo que un enojo de la Magia; hunde sus raíces en la transformación de toda una sociedad, y, sobretodo, en la transformación de la mentalidad de ésta. El fenómeno de las "cazas de brujas", es de una gran complejidad, es al tiempo causa y consecuencia; pero no es un motivo de peso para considerar que debido a estas persecuciones la "Magia se alejó". En la triste historia de las persecuciones pesan más cuestiones legales, sociales e incluso economicas que ideológicas. Por otro lado, se ha mitificado en exceso, y hoy día son comunes demasiados tópicos acerca de la misma.
Sin embargo, es la transformación de una manera de concebir el mundo, la realidad, lo que encontramos como telón de fondo en estos procesos. Como señala Caro Baroja, si no me traiciona la memoria, en la alta Edad Media, el común de las gentes gozaba de una libertad mental que les permitía ir y venir del "sueño" (entendamos estados alterados de conciencia) a la "realidad" (entendamos conciencia común), sin traumas; las fronteras entre lo uno y lo otro no estaban enteramente definidas, pues no había necesidad de ello. A medida que se avanzaba en el tiempo, no obstante, fue cada vez más importante fijar estos límites. Por esto, antes que se iniciaran las persecuciones, y también a su fin, las "habilidades mágicas" se consideraron meras fantasías.
Las persecusiones se iniciaron con objeto de eliminar a los herejes, las primeras víctimas fueron los cátaros. A los cátaros se les acusó de adorar al Diablo (vamos a llamarlo así).El modelo se copió y se amplió para las "brujas", aunque en principio se las ignoró bastante. Dos fueron las acusaciones que se hicieron a las brujas; la práctica de maleficia (en principio, magia negativa) y el trato con demonios (y esto viene por de los magos ceremoniales, que se empeñaban en dominar entidades y "pactar" con ellas). Al final se concluyó que toda la práctica mágica era maligna y que era necesario pactar con el Diablo para tener acceso a esos poderes, así que toda bruja era una hereje, y en consecuencia, se perseguía. Lo que permitió las cazas de brujas fueron ciertas reformas realizadas en la legislación, y lo que las llevó a esas altas cotas de criminalidad fue una "concienciación" de las masas que se le escapó de las manos a la Iglesia y a los gobiernos civiles. Cuando desde la Iglesia quiso detener el desgraciado fenómeno, era la gente del común la que pedía más. Los ajusticiamientos de brujas fuera de la legalidad se extienden hasta el s.XIX, mucho después de que desde las autoridades civil y eclesiástica se volviera a la teoría de que las personas que creían en la magia eran simplemente ingenuas ( o enfermas mentales, tras la popularización de las teorias freudianas).
Voviendo al tema; factores como la incredulidad, el miedo y el desprecio social que vemos involucrados en las cazas de brujas de la Edad Moderna (la persecución de brujas no es un fenómeno Medieval, sinó Moderno -s.XVI y XVII- ) pueden ser razones para que los miembros de una sociedad se distancien de la practica mágica; pero no afectan a la Magia, sino a sus potenciales practicantes.
Precisamente son estos practicantes pueden la "clave del misterio", ¿Cuáles eran en realidad esas prácticas mágicas hoy en vías de extinción o ya perdidas?¿Qué tenían aún las gentes de la Edad Media que nosotros no tengamos?
Como nos referimos a la práctica mágica, dejaremos de lado el tema de las asambleas (akelarres, o sabbaths). Los procesos por brujería relatan entre sus capacidades, ante todo, el vuelo de los brujos, y las relaciones con genios familiares; también el uso de hierbas y otros materiales, fórmulas y hechizos, que daban al practicante la capacidad de provocar efectos a distancia; algunas veces también la transformación en animales.
A principios de siglo, y aún algunos autores, consideran que todas estas prácticas y habilidades son producto de las confesiones bajo tortura, y en el caso de los que declaraban de buen grado, producto de la enfermedad mental, de la senilidad, o de la fantasía. Otros autores, aún sin tener porqué creer en la realidad de los efectos de estas prácticas, reconocen que se llevaron a cabo. Una tercera vía, ligada a la antropología, busca paralelos en otras culturas aún vivas, para desentrañar en qué podían consistir estas prácticas y qué efectos (perceptibles desde un estado de conciencia normal) debían provocar. Por la mentalidad heredada aún los que declaraban verazmente no solían hacer distinciones entre un estado de conciencia alterado y otro común, del mismo modo que, a menudo, no precisaban si algo era simbolico o literal, pues esta es una clasificación actual. Hasta que los investigadores no han tenido esto en cuenta se ha forjado toda una cadena de firmes malentendidos al respecto.
Sabemos que los efectos de algunos preparados de hierbas tienen más de química que de otra cosa, por esto los dejamos de lado. Como ya decía C.W. Leadbeater, la magia puede obrar de varios modos, aunque siempre depende en última instancia del practicante, y de aquello que le de la confianza en el resultado de sus actos: esto puede ser desde el mandato, hasta la súplica, pasando por la confianza en una serie de fórmulas más o menos "científicas" o métodos más rudimentarios, o la más simple confianza en uno mismo, y las buenas relaciones con otras entidades. Por ello podríamos echar felizmente a la hoguera los viejos grimorios y los secretos más codiciados, por ello no importa que los grandes templos sucumban bajo las olas, o que los Ancianos Dioses sucumban bajo la hoz, el rayo o el yugo de otros más jóvenes. Estas cosas, que suceden cíclicamente, no afectan a la Magia, que sabe encontrar nuevos caminos; sino a sus practicantes.
Las muestras de Magia más "espectacular" que hallamos en la Edad Media, y aún en la Modernidad , como el vuelo o la transformación animal, tienen mucho que ver con la capacidad de desdoblamiento astral, una capacidad que aún hoy día muchas personas conservan de un modo natural pero que no llegan a desarrollar. Es este desdoblamiento lo que permite ir y venir a los brujos/brujas de uno a otro lado de la realidad. . En cierto modo, es correcto decir que en el "Astral" la Magia es ilimitada, porque es desde allí que actúa en la realidad cotidiana. Aunque debo señalar que hablamos de un Astral genérico que habría que tratar con muchos más matices de los que me puedo permitir, aún sin desdoblamiento, es desde este plano que los hechizos actúan, y por ello su Magia se burla de las distancias. Por otro lado, es desde este plano, dónde más fácilmente se hacen relaciones con otras entidades.
Sin embargo, más apropiado que considerar que la Magia "pura" se refugió allí, es ser conscientes de que esa es su morada natural, y que el problema al que nos enfrentamos, es más bien que, hoy día, son pocos los hijos de nuestra cultura que se adentran en lo profundo de sus dominios para traer su tesoro a esta tierra. Las puertas permanecen abiertas, y el que busca encuentra, siempre que esté dispuesto a responder ante el Guardián del Umbral, y pagar el precio.
Desde este punto de vista, es más sencillo entender el porqué de que la Magia que conocemos no esté al nivel de los grandes prodigios de antaño. Para la vida que llevamos, no nos es necesario realizar estos prodigios; ya es mucho conocernos un poco mejor cada día, cubrir nuestras necesidades, cuidar de lo que amamos y tener la oportunidad de tejer el hilo de nuestro destino.
Aún es más practicar las habilidades mágicas y destilar la sabiduría, organizar el día en función de los ejercicios psíquicos y físicos, cuidar de su alimentación, arrancar las malas hierbas del intelecto y la emoción, y sembrar y cuidar con ahínco las delicadas flores más preciadas, contra soles abrasadores y terribles heladas... Y ya es más de lo que hacía la mayoría de nuestros antepasados.
Pero si esto aún no bastara, si alguien quiere ir a por la "Gran Magia", si realmente pretende cruzar ese umbral, nada se lo va a impedir. Yo me inclino ante su valor; el de ver retorcerse la realidad cotidiana hasta el punto de no reconocerla, de sentirse lejos de todo y de todos, solo ante el frío universo, el de transformarse por entero, sin vuelta atrás, y alcanzar otra forma del propio ser. Se que si esto pudiera lograrse sin más, simplemente expresando inmaduramente el deseo, simplemente desempolvando un viejo grimorio, más de uno enloquecería de terror al verse en la situación.
Siendo serios, la mayoría de practicantes de magia, o aspirantes, ya tiene dificultades en el primer nivel. Primero las dudas, los miedos... (cada vez menos el desprestigio, porque ahora la magia es una moda). Pero cuando nos ponemos en serio, nos encontramos con falta de tiempo, falta de dedicación, falta de voluntad, falta de disciplina... A veces es como tratar de sentar pilares en un mar enfurecido; no es tan fácil, y sé que todas las personas que pretenden llevar una vida "normal" (trabajo, estudios, relaciones personales... ocio? eso que es?) estarán de acuerdo en esto. No se trata de descubrir secretos ancestrales; sino de llevar a la práctica lo que ya sabemos. Sin esto no hay siguiente paso, y sin haber andado muchos, muchos pasos, no tiene sentido añorar esa Magia Lejana, que a la mayoría caería como una maldición.
Lo más que podemos hacer por la Magia es integrarla en nuestras vidas; recuperar la capcidad de ir libremente entre las capas de la realidad; revalorizando lo que nos venga de un sueño, de una visualización, de un desdoblamiento, aquello que pueda ayudarnos en nuestros objetivos personales; lo que descubrimos al diseñar un hechizo, un ritual; lo que la naturaleza nos susurra al oído, nos señala a los ojos... dejar que la Magia sea y fluya como algo cotidiano y natural. Esto es lo que nuestros antepasados tenían, y no hace falta mucho más. Desterrar la idea de que algo no es posible, o nos está vetado, o está simplemente demasiado lejos, porque nosotros hayamos escogido internamente otra opción: elegir, ser sinceros en esta elección, y dejar que cada cuál elija, hasta dónde llegar.
Mis más sinceras disculpas por el rollo que acabo de soltar. jajaja
Besos.
Vae.
De: Alias de MSNVaeliaBjalfi Enviado: 04/01/2005 16:37
Voy a intentar comentar el texto de Maxi... sólo son algunas opiniones, pero igual me pasé tratando de argumentarlas
Personificar a la Magia no es algo exagerado; sabemos que puede actuar como una entidad independiente; alejándose, acercándose, emitiendo llamados, enfadándose incluso como una criatura caprichosa. Lo mismo sucede con cosas como la Suerte o el Amor. Esta personificación puede ayudarnos a manejarla, pero no es una respuesta realmente satisfactoria para enfrentarnos a la cuestión que nos planteamos: si la magia antes era más poderosa, y en tal caso qué podríamos hacer para recuperar las habilidades que pertenecieron a nuestros antepasados.
Esta idea es algo frecuente. Hoy día podemos recuperar vestigios de lo que fue la práctica mágica precisamente rastreando los documentos de la Edad Media, a su vez referidos con frecuencia a épocas más lejanas en el tiempo, y lo que descubrimos nos sorprende. Sin embargo, creo que esta primera conclusión, la de un pasado en el que "la Magia corría salvaje" o "en estado puro", es una fantasía contemporánea más.
En primer lugar, es interesante apliar nuestro campo de visión sobre el mundo actual. Si tenemos en consideración otras culturas, aún supervivientes, si desde el debido respeto y prudente distancia leemos, por ejemplo, a Olga Kariatidi o a Lynn Andrews, (las pongo como ejemplo porque tratan acerca de un chamanismo que no requiere del uso de drogas para alterar los estados de conciencia) nos damos cuenta de que la magia "impresionante" sigue ahí, como siempre ha estado... Y nos acercamos también a otro tipo de conclusiones acerca de porqué esa práctica de "magia poderosa" nos queda algo lejos.
El problema de este aparente distanciamiento es más complejo que un enojo de la Magia; hunde sus raíces en la transformación de toda una sociedad, y, sobretodo, en la transformación de la mentalidad de ésta. El fenómeno de las "cazas de brujas", es de una gran complejidad, es al tiempo causa y consecuencia; pero no es un motivo de peso para considerar que debido a estas persecuciones la "Magia se alejó". En la triste historia de las persecuciones pesan más cuestiones legales, sociales e incluso economicas que ideológicas. Por otro lado, se ha mitificado en exceso, y hoy día son comunes demasiados tópicos acerca de la misma.
Sin embargo, es la transformación de una manera de concebir el mundo, la realidad, lo que encontramos como telón de fondo en estos procesos. Como señala Caro Baroja, si no me traiciona la memoria, en la alta Edad Media, el común de las gentes gozaba de una libertad mental que les permitía ir y venir del "sueño" (entendamos estados alterados de conciencia) a la "realidad" (entendamos conciencia común), sin traumas; las fronteras entre lo uno y lo otro no estaban enteramente definidas, pues no había necesidad de ello. A medida que se avanzaba en el tiempo, no obstante, fue cada vez más importante fijar estos límites. Por esto, antes que se iniciaran las persecuciones, y también a su fin, las "habilidades mágicas" se consideraron meras fantasías.
Las persecusiones se iniciaron con objeto de eliminar a los herejes, las primeras víctimas fueron los cátaros. A los cátaros se les acusó de adorar al Diablo (vamos a llamarlo así).El modelo se copió y se amplió para las "brujas", aunque en principio se las ignoró bastante. Dos fueron las acusaciones que se hicieron a las brujas; la práctica de maleficia (en principio, magia negativa) y el trato con demonios (y esto viene por de los magos ceremoniales, que se empeñaban en dominar entidades y "pactar" con ellas). Al final se concluyó que toda la práctica mágica era maligna y que era necesario pactar con el Diablo para tener acceso a esos poderes, así que toda bruja era una hereje, y en consecuencia, se perseguía. Lo que permitió las cazas de brujas fueron ciertas reformas realizadas en la legislación, y lo que las llevó a esas altas cotas de criminalidad fue una "concienciación" de las masas que se le escapó de las manos a la Iglesia y a los gobiernos civiles. Cuando desde la Iglesia quiso detener el desgraciado fenómeno, era la gente del común la que pedía más. Los ajusticiamientos de brujas fuera de la legalidad se extienden hasta el s.XIX, mucho después de que desde las autoridades civil y eclesiástica se volviera a la teoría de que las personas que creían en la magia eran simplemente ingenuas ( o enfermas mentales, tras la popularización de las teorias freudianas).
Voviendo al tema; factores como la incredulidad, el miedo y el desprecio social que vemos involucrados en las cazas de brujas de la Edad Moderna (la persecución de brujas no es un fenómeno Medieval, sinó Moderno -s.XVI y XVII- ) pueden ser razones para que los miembros de una sociedad se distancien de la practica mágica; pero no afectan a la Magia, sino a sus potenciales practicantes.
Precisamente son estos practicantes pueden la "clave del misterio", ¿Cuáles eran en realidad esas prácticas mágicas hoy en vías de extinción o ya perdidas?¿Qué tenían aún las gentes de la Edad Media que nosotros no tengamos?
Como nos referimos a la práctica mágica, dejaremos de lado el tema de las asambleas (akelarres, o sabbaths). Los procesos por brujería relatan entre sus capacidades, ante todo, el vuelo de los brujos, y las relaciones con genios familiares; también el uso de hierbas y otros materiales, fórmulas y hechizos, que daban al practicante la capacidad de provocar efectos a distancia; algunas veces también la transformación en animales.
A principios de siglo, y aún algunos autores, consideran que todas estas prácticas y habilidades son producto de las confesiones bajo tortura, y en el caso de los que declaraban de buen grado, producto de la enfermedad mental, de la senilidad, o de la fantasía. Otros autores, aún sin tener porqué creer en la realidad de los efectos de estas prácticas, reconocen que se llevaron a cabo. Una tercera vía, ligada a la antropología, busca paralelos en otras culturas aún vivas, para desentrañar en qué podían consistir estas prácticas y qué efectos (perceptibles desde un estado de conciencia normal) debían provocar. Por la mentalidad heredada aún los que declaraban verazmente no solían hacer distinciones entre un estado de conciencia alterado y otro común, del mismo modo que, a menudo, no precisaban si algo era simbolico o literal, pues esta es una clasificación actual. Hasta que los investigadores no han tenido esto en cuenta se ha forjado toda una cadena de firmes malentendidos al respecto.
Sabemos que los efectos de algunos preparados de hierbas tienen más de química que de otra cosa, por esto los dejamos de lado. Como ya decía C.W. Leadbeater, la magia puede obrar de varios modos, aunque siempre depende en última instancia del practicante, y de aquello que le de la confianza en el resultado de sus actos: esto puede ser desde el mandato, hasta la súplica, pasando por la confianza en una serie de fórmulas más o menos "científicas" o métodos más rudimentarios, o la más simple confianza en uno mismo, y las buenas relaciones con otras entidades. Por ello podríamos echar felizmente a la hoguera los viejos grimorios y los secretos más codiciados, por ello no importa que los grandes templos sucumban bajo las olas, o que los Ancianos Dioses sucumban bajo la hoz, el rayo o el yugo de otros más jóvenes. Estas cosas, que suceden cíclicamente, no afectan a la Magia, que sabe encontrar nuevos caminos; sino a sus practicantes.
Las muestras de Magia más "espectacular" que hallamos en la Edad Media, y aún en la Modernidad , como el vuelo o la transformación animal, tienen mucho que ver con la capacidad de desdoblamiento astral, una capacidad que aún hoy día muchas personas conservan de un modo natural pero que no llegan a desarrollar. Es este desdoblamiento lo que permite ir y venir a los brujos/brujas de uno a otro lado de la realidad. . En cierto modo, es correcto decir que en el "Astral" la Magia es ilimitada, porque es desde allí que actúa en la realidad cotidiana. Aunque debo señalar que hablamos de un Astral genérico que habría que tratar con muchos más matices de los que me puedo permitir, aún sin desdoblamiento, es desde este plano que los hechizos actúan, y por ello su Magia se burla de las distancias. Por otro lado, es desde este plano, dónde más fácilmente se hacen relaciones con otras entidades.
Sin embargo, más apropiado que considerar que la Magia "pura" se refugió allí, es ser conscientes de que esa es su morada natural, y que el problema al que nos enfrentamos, es más bien que, hoy día, son pocos los hijos de nuestra cultura que se adentran en lo profundo de sus dominios para traer su tesoro a esta tierra. Las puertas permanecen abiertas, y el que busca encuentra, siempre que esté dispuesto a responder ante el Guardián del Umbral, y pagar el precio.
Desde este punto de vista, es más sencillo entender el porqué de que la Magia que conocemos no esté al nivel de los grandes prodigios de antaño. Para la vida que llevamos, no nos es necesario realizar estos prodigios; ya es mucho conocernos un poco mejor cada día, cubrir nuestras necesidades, cuidar de lo que amamos y tener la oportunidad de tejer el hilo de nuestro destino.
Aún es más practicar las habilidades mágicas y destilar la sabiduría, organizar el día en función de los ejercicios psíquicos y físicos, cuidar de su alimentación, arrancar las malas hierbas del intelecto y la emoción, y sembrar y cuidar con ahínco las delicadas flores más preciadas, contra soles abrasadores y terribles heladas... Y ya es más de lo que hacía la mayoría de nuestros antepasados.
Pero si esto aún no bastara, si alguien quiere ir a por la "Gran Magia", si realmente pretende cruzar ese umbral, nada se lo va a impedir. Yo me inclino ante su valor; el de ver retorcerse la realidad cotidiana hasta el punto de no reconocerla, de sentirse lejos de todo y de todos, solo ante el frío universo, el de transformarse por entero, sin vuelta atrás, y alcanzar otra forma del propio ser. Se que si esto pudiera lograrse sin más, simplemente expresando inmaduramente el deseo, simplemente desempolvando un viejo grimorio, más de uno enloquecería de terror al verse en la situación.
Siendo serios, la mayoría de practicantes de magia, o aspirantes, ya tiene dificultades en el primer nivel. Primero las dudas, los miedos... (cada vez menos el desprestigio, porque ahora la magia es una moda). Pero cuando nos ponemos en serio, nos encontramos con falta de tiempo, falta de dedicación, falta de voluntad, falta de disciplina... A veces es como tratar de sentar pilares en un mar enfurecido; no es tan fácil, y sé que todas las personas que pretenden llevar una vida "normal" (trabajo, estudios, relaciones personales... ocio? eso que es?) estarán de acuerdo en esto. No se trata de descubrir secretos ancestrales; sino de llevar a la práctica lo que ya sabemos. Sin esto no hay siguiente paso, y sin haber andado muchos, muchos pasos, no tiene sentido añorar esa Magia Lejana, que a la mayoría caería como una maldición.
Lo más que podemos hacer por la Magia es integrarla en nuestras vidas; recuperar la capcidad de ir libremente entre las capas de la realidad; revalorizando lo que nos venga de un sueño, de una visualización, de un desdoblamiento, aquello que pueda ayudarnos en nuestros objetivos personales; lo que descubrimos al diseñar un hechizo, un ritual; lo que la naturaleza nos susurra al oído, nos señala a los ojos... dejar que la Magia sea y fluya como algo cotidiano y natural. Esto es lo que nuestros antepasados tenían, y no hace falta mucho más. Desterrar la idea de que algo no es posible, o nos está vetado, o está simplemente demasiado lejos, porque nosotros hayamos escogido internamente otra opción: elegir, ser sinceros en esta elección, y dejar que cada cuál elija, hasta dónde llegar.
Mis más sinceras disculpas por el rollo que acabo de soltar. jajaja
Besos.
Vae.
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