06-20-2006, 08:24 PM
Fuente: "Trabajando con el enemigo", por Gabriel Ruiz; publicado en la revista Emprendedores (diciembre de 2001, núm. 51).
(...)
¿Qué es el mobbing?
Los expertos lo definen como psicoterror laboral u hostigamiento. Los perjudicados piden la baja y sufren en silencio, porque no está contemplado como enfermedad laboral.Un neologismo se ha incorporado al lenguaje de los expertos en relaciones laborales: mobbing, un término inglés que proviene del verbo to mob, que significa atacar, agredir, maltratar. Otra acepción indica muchedumbre, manada es decir, grupo.
En nuestro país se conoce como "psicoterror laboral" u "hostigamiento psicológico en el trabajo".
El profesor sueco Heinz Leymann, psicólogo del trabajo, puso nombre a esta práctica en la década de 1980 y realizó numerosos estudios sobre las repercusiones personales, empresariales y sociales de la misma. Antes, el etólogo Konrad Lorenz había utilizado este término para indicar el comportamiento de un grupo de animales que se alían contra otro de su mismo grupo y especie con el fin de excluirlo de la comunidad.
El mobbing se da en todo tipo de instituciones empresas, colegios, fuerzas armadas y sus causas hay que buscarlas en una mala organización, fallos de gestión, conflictos irresueltos o cerrados en falso y en las propias relaciones personales dentro del grupo. Y no sólo entre compañeros sino también por parte de jefes y supervisores.
Otros factores adicionales que propician este comportamiento son la acumulación de trabajo, las presiones, los procedimientos y plazos, las prisas Conducta continuada
Pero ¿cuál es la diferencia entre un toque del jefe por un trabajo mal hecho y el acoso psicológico? La reiteración, ésa es la respuesta.
Marie France Hirigoyen define en su libro El acoso moral en el trabajo el alcance de este concepto: "Toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud ) que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo".
El propio Leymann ofrece un catálogo de 45 conductas, definidas en su Leymann Inventory of Psicological Terrorization, que pueden ser consideradas como acoso psicológico hacia los empleados y compañeros de trabajo.
(...) Begoña Rivero, abogada que comparte despacho con López Garrido, asegura que "sin una regulación específica es muy difícil articular una vía de recurso, aunque ahora existe la posibilidad de presentar una demanda en los tribunales de lo social por violación de derechos fundamentales por parte de la empresa". El problema, afirma, "llega cuando se tiene que probar que existe un acoso psicológico, porque nadie se acuerda de cuándo empezó todo, ni conserva copias de las órdenes que recibió".
Probar ante un tribunal el acoso psicológico es difícil, no se sabe cómo empieza todo. En realidad, en un primer momento las órdenes de los superiores o las acciones de tus compañeros podrían considerarse actos normales en la vida de la empresa. Debe darse una continuidad en el tiempo (seis meses) y una frecuencia (una vez a la semana) para que tengan el carácter de acoso psicológico.
Daños nada colaterales
Los efectos de estos ataques sobre las víctimas producen trastornos físicos, psicológicos, o ambos a la vez, como fallos de memoria y concentración, depresión, apatía, agresividad, inseguridad, pérdida de apetito, llanto espontáneo, soledad, sudoración, sequedad de boca, palpitaciones, dolores de espalda, cervicales o musculares, dificultad para conciliar el sueño, flojera... Por eso, también médicos y psicólogos buscan definir el problema, sus causas y efectos.Perder la cabeza. "El ciclo que se dispara en el organismo cuando una persona se ve sometida a una situación de tensión como ésta, depende de la experiencia personal, la genética y la personalidad", dice Julio Moreno, médico y consultor de Hay Group.
El acosado necesita apoyo psicológico
(...) "la presencia continuada de altos niveles de corticoides en sangre afecta a la memoria y la capacidad de concentración, genera sensación de astenia con fatiga y depresión, aumenta la tensión arterial y el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, puede provocar úlceras en el estómago, pérdida de masa ósea y el sistema inmune se altera, lo que favorece la aparición de cáncer y lesiones autoinmunes".
No queda duda de que el mobbing supone problemas de los que es difícil salir sin la ayuda de fármacos y psicoterapia de apoyo.
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¿Qué es el mobbing?
Los expertos lo definen como psicoterror laboral u hostigamiento. Los perjudicados piden la baja y sufren en silencio, porque no está contemplado como enfermedad laboral.Un neologismo se ha incorporado al lenguaje de los expertos en relaciones laborales: mobbing, un término inglés que proviene del verbo to mob, que significa atacar, agredir, maltratar. Otra acepción indica muchedumbre, manada es decir, grupo.
En nuestro país se conoce como "psicoterror laboral" u "hostigamiento psicológico en el trabajo".
El profesor sueco Heinz Leymann, psicólogo del trabajo, puso nombre a esta práctica en la década de 1980 y realizó numerosos estudios sobre las repercusiones personales, empresariales y sociales de la misma. Antes, el etólogo Konrad Lorenz había utilizado este término para indicar el comportamiento de un grupo de animales que se alían contra otro de su mismo grupo y especie con el fin de excluirlo de la comunidad.
El mobbing se da en todo tipo de instituciones empresas, colegios, fuerzas armadas y sus causas hay que buscarlas en una mala organización, fallos de gestión, conflictos irresueltos o cerrados en falso y en las propias relaciones personales dentro del grupo. Y no sólo entre compañeros sino también por parte de jefes y supervisores.
Otros factores adicionales que propician este comportamiento son la acumulación de trabajo, las presiones, los procedimientos y plazos, las prisas Conducta continuada
Pero ¿cuál es la diferencia entre un toque del jefe por un trabajo mal hecho y el acoso psicológico? La reiteración, ésa es la respuesta.
Marie France Hirigoyen define en su libro El acoso moral en el trabajo el alcance de este concepto: "Toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud ) que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo".
El propio Leymann ofrece un catálogo de 45 conductas, definidas en su Leymann Inventory of Psicological Terrorization, que pueden ser consideradas como acoso psicológico hacia los empleados y compañeros de trabajo.
- Víctimas. A las víctimas del mobbing se las suele considerar como seres débiles o en situación de debilidad, aunque en la mayoría de los casos no es así. Lo que sucede es que el agresor hostiga a la víctima para reafirmarse en su papel y, de paso, para buscar la destrucción moral de ésta. Por tanto, lo que hace débiles a las víctimas son las circunstancias y la presión a la que se ven sometidas. ¿Cómo se ejerce esa presión? Los ataques pueden afectar a las condiciones de trabajo, a la propia dignidad de la persona, a los cauces y flujos de comunicación dentro de la empresa en relación con el afectado e incluso llegar a la violencia física o verbal contra los trabajadores.
- Conflicto asimétrico. Otra característica de la situación de mobbing es que se trata de un conflicto asimétrico, donde la parte hostigadora tiene más recursos, apoyos o una posición superior a la del trabajador hostigado. En esta dinámica, el presunto agresor o agresores se revisten, normalmente, de algún argumento de poder como la fuerza física, la antigüedad, la fuerza del grupo, su popularidad o el nivel jerárquico para llevar a cabo sus acciones de hostigamiento.
- Impacto sobre el clima laboral. La peor parte se la lleva la víctima directa, aunque este comportamiento también tiene consecuencias desastrosas para la empresa: disminución de la producción y rendimiento, aumento de los accidentes en el trabajo, enrarecimiento del ambiente laboral... Las empresas sufren pérdidas en la producción y el clima se enrarece
(...) Begoña Rivero, abogada que comparte despacho con López Garrido, asegura que "sin una regulación específica es muy difícil articular una vía de recurso, aunque ahora existe la posibilidad de presentar una demanda en los tribunales de lo social por violación de derechos fundamentales por parte de la empresa". El problema, afirma, "llega cuando se tiene que probar que existe un acoso psicológico, porque nadie se acuerda de cuándo empezó todo, ni conserva copias de las órdenes que recibió".
Probar ante un tribunal el acoso psicológico es difícil, no se sabe cómo empieza todo. En realidad, en un primer momento las órdenes de los superiores o las acciones de tus compañeros podrían considerarse actos normales en la vida de la empresa. Debe darse una continuidad en el tiempo (seis meses) y una frecuencia (una vez a la semana) para que tengan el carácter de acoso psicológico.
Daños nada colaterales
Los efectos de estos ataques sobre las víctimas producen trastornos físicos, psicológicos, o ambos a la vez, como fallos de memoria y concentración, depresión, apatía, agresividad, inseguridad, pérdida de apetito, llanto espontáneo, soledad, sudoración, sequedad de boca, palpitaciones, dolores de espalda, cervicales o musculares, dificultad para conciliar el sueño, flojera... Por eso, también médicos y psicólogos buscan definir el problema, sus causas y efectos.Perder la cabeza. "El ciclo que se dispara en el organismo cuando una persona se ve sometida a una situación de tensión como ésta, depende de la experiencia personal, la genética y la personalidad", dice Julio Moreno, médico y consultor de Hay Group.
El acosado necesita apoyo psicológico
(...) "la presencia continuada de altos niveles de corticoides en sangre afecta a la memoria y la capacidad de concentración, genera sensación de astenia con fatiga y depresión, aumenta la tensión arterial y el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, puede provocar úlceras en el estómago, pérdida de masa ósea y el sistema inmune se altera, lo que favorece la aparición de cáncer y lesiones autoinmunes".
No queda duda de que el mobbing supone problemas de los que es difícil salir sin la ayuda de fármacos y psicoterapia de apoyo.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

