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Pensamiento Nómada
#1

PENSAMIENTO NÓMADA*

(Sobre Nietzsche)

Gilles Deleuze

Texto extraído de "La isla desierta y otros textos", Gilles Deleuze, págs. 321/332, editorial Pre-textos, Barcelona, España, 2005.

Corrección: Cecilia Falco.

Selección y destacados: S.R.
http://www.con-versiones.com/nota0606.htm


El discurso filosófico nació de la unidad imperial, a través de muchos ava­tares, los mismos que conducen desde las formaciones imperiales hasta la ciudad griega. E incluso en la ciudad griega el discurso filosófico mantiene una relación esencial con el déspota o con su sombra, con el imperialismo, con la administración de las cosas y de las personas (se encuentran todo tipo de pruebas de ello en el libro de Léo Strauss y Kojève sobre la tiranía) (e). El discurso filosófico siempre ha permanecido en una relación esencial con la ley, la institución y el contrato que constituyen el problema del Soberano, y que atraviesan la historia sedentaria que va de las formaciones despóticas hasta las democráticas. El «significante» es en verdad el último avatar filosófico del déspota. Si Nietzsche se separa de la filosofía es quizá porque es el primero que concibe otro tipo de discurso a modo de contra- filosofía. Es decir, un discurso ante todo nómada, cuyos enunciados no serían productos de una máquina racional administrativa, con los filósofos como bu­rócratas de la razón pura, sino de una máquina de guerra móvil. Acaso sea éste el sentido en el que Nietzsche anuncia que con él comienza una nueva política (lo que Klossowski ha llamado el complot contra la propia clase). Sabemos bien que, en nuestros regímenes, los nómadas no tienen cabida: no se escatiman medios para regularlos, y apenas consiguen sobrevivir. Nietzsche vivió como uno de esos nómadas reducidos a no ser más que su sombra, de pensión en pensión. Pero, por otra parte, el nómada no es necesariamente alguien que se mueve: hay viajes imóviles, viajes en intensidad, y hasta históricamente los nómadas no se mueven como emigrantes sino que son, al revés, los que no se mueven, los que se nomadizan para quedarse en el mismo sitio y escapar a los códigos. Sabemos que el problema revolucionario, hoy, consiste en hallar una unidad de las luchas puntuales que no reconstruya la organización despótica o burocrática del partido o del aparato de Estado: una máquina de guerra que no remitiría a un aparato de Estado, una unidad nomádica en relación con el Afuera, que no se sometería a la unidad despótica interna. Esto es quizá lo mas profundo de Nietzsche, la medida de su ruptura con la filosofía tal y como aparece en el aforismo: haber hecho del pensamiento una máquina de guerra, una potencia nómada. E incluso aunque el viaje sea inmóvil, aunque se haga sin moverse del lugar, aunque sea imperceptible, inesperado, subterráneo, hemos de preguntar: ¿quiénes son hoy los nómadas? ¿Quiénes son hoy nuestros verdaderos nietzscheanos?


&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#2

Nómada
De Wikipedia, la enciclopedia libre
http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%B3mada

Se dice que una persona o un pueblo es nómada o nómade cuando no tiene un territorio fijo como residencia permanente, sino que se desplaza con frecuencia de un lugar a otro. Dicho hábito es un estilo de vida, una forma de subsistencia y posee una organización social, política, religiosa, administrativa y económica adaptada a ello. El nomadismo designa una de las más antiguas y largas formas de subsistencia y desarrollo humano y es objeto de estudio de la historia, la antropología, la arqueología, la sociología y la etnografía, especialmente. Si bien la humanidad entera fue nómada durante toda su Prehistoria y para muchos el nomadismo representa un estadio primitivo del desarrollo humano, lo cierto es que el nomadismo sigue vigente y por el contrario es tan válido y dignificante como el sedentarismo. Es gracias al nomadismo que se pobló el planeta durante milenios y gracias al mismo que la humanidad sobrevivió y se adaptó a fenómenos naturales como las glaciaciones o territorios hóstiles como los desiertos.



&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#3


¡Ay, a dónde debo ascender yo todavía con mi anhelo! Desde todas las altas montañas busco con la vista el país de mis padres y de mis madres.

Pero no he encontrado hogar en ningún sitio: un nómada soy yo en todas las ciudades, y una despedida junto a todas las puertas.

Ajenos me son, y una burla, los hombres del presente, hacia quienes no hace mucho me empujaba el corazón; y desterrado estoy del país de mis padres y de mis madres.

Por ello amo yo ya tan sólo el país de mis hijos, el no descubierto, en el mar remoto: que lo busquen incesantemente ordeno yo a mis velas.

En mis hijos quiero reparar el ser hijo de mis padres: ¡y en todo futuro - este presente!



Así habló Zaratustra.
Del país de la cultura
Friedrich Nietzsche



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#4

„Se puede habitar en estriado los desiertos, las estepas o los mares; se puede habitar en liso incluso las ciudades, ser un nómada de las ciudades...No sólo existen extraños viajes en la ciudad, también existen viajes in situ... Son nómadas a fuerza de no moverse, de no migrar, de mantenerse en un espacio liso que se niega a abandonar, y que sólo abandonan para conquistar y morir...“

Deleuze-Guattari, Mil Mesetas, p.490

&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#5


La distribución de los grupos móviles no fue ortodoxa. No podíamos mezclar o combinar tribus distintas, a causa de sus diferencias: tampoco era posible que una tribu entrara en el territorio de otra. En compensación, buscamos la dispersión máxima de las fuerzas. Añadimos la ubicuidad a la rapidez usando un distrito el lunes, otro el martes, un tercero el miércoles, y esto reforzó nuestras dotes naturales de movilidad. Más tarde, nuestros mandos recibieron hombres frescos de cada nueva tribu, conservando así su energía inicial. En realidad, nuestro equilibrio se basaba en el máximo desorden. (Los siete pilares de la sabiduría, cap. LIX.)

Según Gilles Deleuze y Felix Guattari, esta tipología guerrera está conectada intrínsecamente a la naturaleza nómada y antiestatal de las poblaciones que practican la guerra irregular, y no al territorio en el que ésta se practica. Los nómadas comparten una concepción lisa del espacio, es decir, que conceben el espacio como un vacío atravesable y extendible, ya sea estepa, desierto o mar.

Deleuze y Guattari reconocen a Lawrence el haberse inspirado en la guerra marítima utilizando el desierto como un océano. En otras palabras, la disponibilidad de un espacio vacío sin límites en el que moverse a placer para atacar las fronteras estatales, los puestos avanzados, las guarniciones del imperio. Tan sólo un pueblo nómada, que lleva consigo todo lo que necesita, y comparte esta idea del espacio, puede practicar este tipo de guerra. Lawrence lo explica claramente en muchos pasajes y sostiene que era precisamente la autosuficiencia del combatiente árabe a la hora del abastecimiento lo que le otorgaba ventaja sobre el ejército regular enemigo, que, en cambio, al estar estructurado como un árbol, necesitaba largas y vulnerables cadenas de aprovisionamiento, de las raíces a las ramas más finas. Mientras el ejército árabe era el espejo de la sociedad nómada, en constante devenir, el turco reflejaba el estatismo y la complejidad del estado, del imperio, con sus infinitas ramificaciones burocráticas, jerárquicas y despersonalizadas.

En el espacio liso del desierto, como en el del mar, el nómada es el mejor soldado.

El guerrillero, por lo tanto, es esencialmente nómada y no concibe la guerra como conquista y mantenimiento del territorio, por lo que no aspira a cerrar el espacio en las fronteras de lo "propio", sino a abrirlo y hacerlo atravesable. El hecho es que allí donde el soldado regular ve sólo desierto, el guerrillero ve una red articulada de pistas y líneas por las que desplazarse: un espacio a poblar, que coincide con su mundo y al mismo tiempo lo supera.

[...] hemos visto que la máquina de guerra es la invención nómada, porque es en su esencia el elemento constitutivo del espacio liso, de la ocupación de este espacio, del desplazamiento por este espacio y de la composición correspondiente de los hombres: éste es el único verdadero objeto positivo (nomos). Hacer crecer el desierto, la estepa, todo lo contrario que despoblarla. (Mil mesetas, cap. 12, "Tratado de nomadología", 1980.)

La guerra contra los estados es sólo una consecuencia de la naturaleza nómada, no de una voluntad destructora o dominadora. Lawrence afirma que los árabes, por mucho que los despreciaran, nunca habrían alzado un dedo contra los turcos si estos les hubiesen dejado ser libres de decidir su propio destino.

La actitud del guerrillero no es negativa: es el máximo de la positividad.


Junto a los ríos de Babilonia*

Apuntes sobre la teoría de la guerrilla de T.E. Lawrence

Wu Ming 4
http://paginaweb.de/lcortazar/lawrence0.txt

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#6

Ciencia Nómada vs. Ciencia Real o Ciencia Imperial

Existe un tipo de ciencia, o un tratamiento de la ciencia, difícilmente clasificable, y cuya historia tampoco es fácil de seguir. No son "técnicas", según la acepción habitual. Tampoco son ciencias en el sentido real o legal establecido por la historia.

1. Su modelo es hidráulico
2. Es un modelo de devenir y heterogeneidad
3. De la línea al flujo, de la turba al turbo
4. Es un modelo problemático, y ya no teoremático: las figuras solo son consideradas en función de los afectos que se producen en ellas, secciones, ablaciones, adjunciones, proyecciones. Mientras que el teorema es del orden de las razones, el problema es afectivo, e inseparable de las metamorfosis, generaciones y creaciones de la propia ciencia.

Diríase que toda ciencia nómada se desarrolla excéntricamente, y que es muy diferente de las ciencias reales o imperiales. Es mas, esa ciencia nómada no cesa de ser “bloqueada”, inhibida, o prohibida por las exigencias y las condiciones de la ciencia de Estado. Arquímedes, vencido por el Estado romano, deviene un símbolo. Pues las dos ciencias difieren por el modelo de formalización, y la ciencia de Estado no cesa de imponer su forma de soberanía a las invenciones de la ciencia nómada; solo retiene de la ciencia nómada aquello de lo que se puede apropiar, y, con el resto , crea un conjunto de recetas estrechamente limitadas, sin estatuto verdaderamente científico, o simplemente lo reprime y lo prohíbe.

Hay un ritmo mesurado, cadencioso, que remite a la circulación de un río entre sus márgenes o a la forma de un espacio estriado; pero también hay un ritmo sin medida, que remite a la fluxión de un flujo, es decir a la forma en la que un fluido ocupa un espacio liso.

Los trabajos de Anne Querrien permiten localizar dos de esos momentos, uno con la construcción de las catedrales góticas en el siglo XXll, otro con la construcción de los puentes en los siglos XVlll y XIX.

Su compagnon, el monje albañil Garin de Troyes, invoca una lógica operatoria del movimiento que permite al "iniciado" trazar, luego cortar los volúmenes en profundidad en el espacio, y hacer que "el trazo produzca la cifra". No se representa, se engendra y se recorre.
Al plano sobre el suelo del compagnon gótico se opone el plano metrico sobre papel del arquitecto exterior a la obra. Al plan de consistencia o de composición se opone otro plan, que es de organización y de formación. A la talla por corte a escuadra de las piedras se opone la talla por paneles, que implica la construcción de un modelo reproducible. No solo se dira que ya no se necesita un trabajo cualificado: se necesita de un trabajo no cualificado, una descualificación del trabajo.

Habría que oponer dos modelos científicos, como hace Platon en el Timeo. Uno se denominaría Compars y el otro Dispars. El Compars es el modelo legal o legalista adoptado por la ciencia real. La búsqueda de layes consiste en extraer constantes, incluso si estas constantes tan solo son relaciones entre variables (ecuaciones).

Pero el Dispars como elemento de la ciencia nómada remite a material-fuerzas más bien que a materia-forma. Ya no se trata exactamente de extraer constantes a partir de variables, sino de poner las variables en estado de variación continua.

El nómada es un vector de desterritorialización.

El desierto de arena y el de hielo se describen en los mismos terminos: en ellos ningúna línea separa la tierra y el cielo; no existe distancia intermedia, perspectiva ni contorno, la visibilidad es limitada; y sin embargo hay una topología extraordinariamente fina, que no se basa en puntos u objetos, sino en haecceidades, en conjuntos de relaciones (vientos, ondulaciones de la nieve, canto de la arena o chasquido del hielo); es un espacio táctil, o más bien "háptico", y un espacio sonoro, mucho más que visual...

Mil Mesetas / Capitalismo y Esquizofrenia por Gilles Deleuze y Felix Guattari
Capitulo 12: (año 1227) TRATADO DE NOMADOLOGÍA: LA MÁQUINA DE GUERRA
http://devenirnomada.blogspot.com/2005/03/...n-gtico_26.html

&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#7

Caminar



HENRY DAVID THOREAU





Quiero decir unas palabras a favor de la Naturaleza, de la libertad total y el estado salvaje, en contraposición a una libertad y una cultura simplemente civiles; considerar al hombre como habitante o parte constitutiva de la Naturaleza, más que como miembro de la sociedad. Desearía hacer una declaración radical, si se me permite el énfasis, porque ya hay suficientes campeones de la civilización; el clérigo, el consejo escolar y cada uno de vosotros os encargaréis de defenderla.



En el curso de mi vida me he encontrado sólo con una o dos personas que comprendiesen el arte de Caminar, esto es, de andar a pie; que tuvieran el don, por expresarlo así, de sauntering [deambular]: término de hermosa etimología, que proviene de “persona ociosa que vagaba en la Edad Media por el campo y pedía limosna so pretexto de encaminarse à la Sainte Terre”, a Tierra Santa; de tanto oírselo, los niños gritaban: “Va a Sainte Terre”: de ahí, saunterer, peregrino. Quienes en su caminar nunca se dirigen a Tierra Santa, como aparentan, serán, en efecto, meros holgazanes, simples vagos; pero los que se encaminan allá son saunterers en el buen sentido del término, el que yo le doy.— Hay, sin embargo, quienes suponen que la palabra procede de sans terre, sin tierra u hogar, lo que, en una interpretación positiva querría decir que no tiene un hogar concreto, pero se siente en casa en todas partes por igual. Porque éste es el secreto de un deambular logrado. Quien nunca se mueve de casa puede ser el mayor de los perezosos; pero el saunterer, en el recto sentido, no lo es más que el río serpenteante que busca con diligencia y sin descanso el camino más directo al mar. Sin embargo, yo prefiero la primera etimología, que en realidad es la más probable. Porque cada caminata es una especie de cruzada, que algún Pedro el Ermitaño predica en nuestro interior para que nos pongamos en marcha y reconquistemos de las manos de los infieles esta Tierra Santa.



La verdad es que hoy en día no somos, incluidos los caminantes, sino cruzados de corazón débil que acometen sin perseverancia empresas inacabables. Nuestras expediciones consisten sólo en dar una vuelta, y al atardecer volvemos otra vez al lugar familiar del que salimos, donde tenemos el corazón. La mitad del camino no es otra cosa que desandar lo andado. Tal vez tuviéramos que prolongar el más breve de los paseos, con imperecedero espíritu de aventura, para no volver nunca, dispuestos a que sólo regresasen a nuestros afligidos reinos, como reliquias, nuestros corazones embalsamados. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre; si es así, estás listo para una caminata.



Para ceñirme a mi propia experiencia, mi compañero y yo –porque a veces llevo un compañero—, disfrutamos imaginándonos miembros de una orden nueva, o mejor, antigua: no somos Caballeros, ni jinetes de cualquier tipo, sino Caminantes, una categoría, espero, aún más antigua y honorable. El espíritu caballeresco y heroico que en día correspondió al jinete parece residir ahora –o quizás haber descendido sobre él— en el Caminante; no el Caballero, sino el Caminante Andante. Un a modo de cuarto estado, independiente de la Iglesia, la Nobleza y el Pueblo.



Hemos notado que, por la zona, somos casi los únicos en practicar este noble arte; aunque, a decir verdad, a la mayoría de mis vecinos, al menos si se da crédito a sus afirmaciones, les gustaría mucho pasear de vez en cuando como yo, pero no pueden. Ninguna riqueza es capaz de comprar el necesario tiempo libre, la libertad y la independencia que constituyen el capital en esta profesión. Sólo se consiguen por la gracia de Dios. Llegar a ser caminante requiere un designio directo del Cielo. Tienes que haber nacido en la familia de los Caminantes. Ambulator nascitur, non fit [el caminante nace, no se hace]. Cierto es que algunos de mis conciudadanos pueden recordar, y me las han descrito, ciertas caminatas que dieron diez años atrás y en las que fueron bendecidos hasta el punto de perderse en los bosques durante media hora; pero sé muy bien que, por más pretensiones que alberguen de pertenecer a esta categoría selecta, desde entonces se han limitado a ir por la carretera. Sin duda durante un momento se sintieron exaltados por la reminiscencia de un estado de existencia previo, en el que incluso ellos fueron habitantes de los bosques y proscritos.



Al llegar al verde bosque,

Una alegre mañana,

Oyó el canto de las aves,

Sus noticias felices.



Hace mucho, dijo Robin,

la última vez que aquí estuve,

Aceché para tirar

Contra el oscuro ciervo.



Creo que no podría mantener la salud ni el ánimo sin dedicar al menos cuatro horas diarias, y habitualmente más a deambular por bosques, colinas y praderas, libre por completo de toda atadura mundana. Podéis decirme, sin riesgo: “Te doy un penique por lo que estás pensando”; o un millar de libras. Cuando recuerdo a veces que los artesanos y los comerciantes se quedan en sus establecimientos no sólo la mañana entera, sino también toda la tarde, sin moverse, tantos de ellos, con las piernas cruzadas, como si las piernas se hubieran hecho para sentarse y no para estar de pie o caminar, pienso que son dignos de admiración por no haberse suicidado hace mucho tiempo.



A mí, que no puedo quedarme en mi habitación ni un solo día sin empezar a entumecerme y que cuando alguna vez he robado tiempo para un paseo a última hora –a las cuatro, demasiado tarde para amortizar el día, cuando comienzan ya a confundirse las sombras de la noche con la luz diurna— me he sentido como si hubiese cometido un pecado que debiera expiar, confieso que me asombra la capacidad de resistencia, por no mencionar la insensibilidad moral, de mis vecinos, que se confinan todo el día en sus talleres y sus oficinas, durante semanas y meses, e incluso años y años. No sé de qué pasta están hechos, sentados ahí ahora, a las tres de la tarde, como si fueran las tres de la mañana. Bonaparte puede hablar del valor de las tres de la madrugada, pero eso no es nada comparado con el valor necesario para quedarse sentado alegremente a la misma hora de la tarde, cara a cara con uno mismo, con quien se ha estado tratando toda la mañana, intentando rendir por hambre una guarnición a la que uno está ligado con tan estrechos lazos de simpatía. Me maravilla que hacia esa hora o, digamos, entre las cuatro y las cinco, demasiado tarde para los periódicos de la mañana y demasiado pronto para los vespertinos, no se escuche por toda la calle una explosión general, que esparza a los cuatro vientos una legión de ideas y chifladuras anticuadas y domésticas para renovar el aire… ¡y al diablo con todo!.



No sé cómo lo soportan las mujeres, que están aún más recluidas en casa que los hombres; aunque tengo motivos para sospechar que la mayor parte de ellas no lo soporta en absoluto. Cuando, en verano, a primera hora de la tarde, nos sacudimos el polvo de la ciudad de los faldones del traje, pasando raudos ante esas casas de fachada perfectamente dórica o gótica, mi acompañante me susurra que lo más probable es que a esas horas todos sus ocupantes estén acostados. Es entonces cuando aprecio la belleza y la gloria de la arquitectura, que nunca se recoge, sino que permanece siempre erguida, velando a los que dormitan.



Sin duda, el temperamento y, sobre todo, la edad tienen mucho que ver con todo esto. A medida que un hombre envejece, aumenta su capacidad para quedarse quieto y dedicarse a ocupaciones caseras. Se hace más vespertino en sus costumbres conforme se aproxima al atardecer de la vida, hasta que al final se pone en marcha justo antes de la puesta del sol y pasea cuanto necesita en media hora.



Pero al caminar al que me refiero nada tiene en común con, como suele decirse, hacer ejercicio, al modo en que el enfermo toma su medicina a horas fijas, como el subir y bajar de las pesas o los columpios, sino que es en si mismo la empresa y la aventura del día. Si queréis hacer ejercicio, id en busca de las fuentes del alma. ¡Pensad que un hombre levante pesas para conservar la salud, cuando esas fuentes borbotean en lejanas praderas a las que no se le ocurre acercarse!



Aún más, tienes que andar como un camello, del que se dice es el único animal que rumia mientras marcha. Cuando un viajero pidió a la criada de Wordsworth que le mostrase el estudio de su patrón, ella le contestó: <>



Vivir mucho al aire libre, al sol y al viento, produce, sin duda, cierta dureza de carácter, desarrolla una gruesa callosidad sobre las cualidades más delicadas de nuestra naturaleza, igual que curte el rostro y las manos, y como el trabajo manual duro priva a éstas de algo de su sensibilidad táctil, Pero, en cambio, quedarse en casa puede producir en la piel suavidad y finura, por no decir debilidad, acompañadas de una sensibilidad mayor ante ciertas impresiones. Quizá fuéramos más sensibles a algunas influencias importantes para nuestro crecimiento intelectual y moral si sobre nosotros brillase un poco menos el sol y soplase algo menos el viento; y no hay duda de que constituye un bonito asunto determinar la proporción correcta entre piel gruesa y piel fina. Pero me parece que se trata de una costra que caerá rápidamente, que la solución natural ha de hallarse en la proporción de día que puede aguantar la noche; de verano, el invierno; de experiencia, el pensamiento. Habrá mucho más aire y más sol en nuestras mentes. Las palmas duras del trabajador están versadas en más finos tejidos de dignidad y heroísmo, cuyo tacto conmueve el corazón, que los dedos lánguidos de ociosidad. Que sólo la sensiblería se pasa el día en la cama y se cree blanca, lejos del bronceado y los callos de la experiencia.



Cuando caminamos, nos dirigimos naturalmente hacia los campos y los bosques: ¿qué sería de nosotros si sólo paseásemos por un jardín o por una avenida? Algunas sectas filosóficas han sentido incluso la necesidad de acercar hasta sí los bosques, ya que no iban a ellos. <>, donde daban subdiales ambulationes (paseos al aire libre) por atrios descubiertos. De nada sirve, por descontado, dirigir nuestros pasos hacia los bosques, si no nos llevan allá. Me alarmo cuando ocurre que he caminado físicamente una milla hacia los bosques sin estar yendo hacía ellos en espíritu. En el paseo de la tarde me gustaría olvidar todas mis tareas matutinas y mis obligaciones con la sociedad. Pero a veces no puedo sacudirme fácilmente el pueblo. Me viene a la cabeza el recuerdo de alguna ocupación, y ya no estoy donde mi cuerpo, sino fuera de mí. Querría retornar a mí mismo en mis paseos. ¿Qué pinto en los bosques si estoy pensando en otras cosas? Sospecho de mí mismo, y no puedo evitar un estremecimiento, cuando me sorprendo tan enredado, incluso en lo que llamamos buenas obras…. que también sucede a veces.



Mi región ofrece gran número de paseos espléndidos; y aunque durante muchos años he caminado prácticamente cada día, y a veces durante varios días, aún no los he agotado. Un panorama completamente nuevo me hace muy feliz, y sigo encontrando una cada tarde. Dos o tres horas de camino me llevan a una zona tan desconocida como siempre espero. Una granja solitaria que no haya visto antes resulta a veces tan magnífica como los dominios del rey de Dahomey. La verdad es que puede percibirse una especie de armonía entre las posibilidades del paisaje en un círculo de diez millas a la redonda —los límites de una caminata vespertina— y la totalidad de la vida humana. Nunca acabas de conocerlos por completo.



En la actualidad casi todas las llamadas mejoras del hombre, como la construcción de casas y la tala de los bosques y de todos los árboles de gran tamaño, no hacen sino deformar el paisaje y volverlo cada vez más doméstico y vulgar. ¡Un pueblo que comenzase por quemar las cercas y dejar en pie el bosque…! He visto los cercados medio consumidos, perdidos sus restos en medio de la pradera, y un miserable profano ocupándose en sus lindes con un topógrafo, mientras la gloria se manifestaba en su derredor y él no veía los ángeles yendo y viniendo, sino que se dedicaba a buscar el viejo hoyo de un poste en medio del paraíso. Volví a mirar, y lo vi en pie en medio de un tenebroso pantano, rodeado de diablos; y no hay duda de que había encontrado la linde, tres piedrecillas allí donde había estado hincada una estaca; y mirando más cerca, vi que el Príncipe de las Tinieblas era el agrimensor.



Saliendo de mi propia puerta, puedo caminar con facilidad diez, quince, veinte, cuantas millas sean sin pasar cerca de casa alguna, sin cruzar un camino, excepto los que trazan el zorro y el visón; primero, a lo largo del río, luego, del arroyo, y después, por la pradera y el lindero del bosque. Hay en los alrededores muchas millas cuadradas sin habitantes. Desde más de un otero puedo ver a lo lejos la civilización y las viviendas humanas. Los granjeros y sus labores resultan apenas más perceptibles que las marmotas y sus madrigueras. Me complace ver cuán pequeño espacio ocupan en el paisaje el hombre y sus asuntos, la iglesia, el estado y la escuela, los oficios y el comercio, las industrias y la agricultura; incluso el más alarmante de todos, la política. La política no es más un estrecho campo, al que conduce un camino aún más estrecho. A veces encamino allí al viajero. Si quieres ir al mundo de la política, sigue la carretera sigue a ese mercader, trágate el polvo que levanta, y te conducirá derecho allí; porque también ese mundo es limitado, no lo ocupa todo. Yo paso ante él como ante un campo de judías en el bosque, y lo olvido. En media hora pudo llegara alguna porción de la superficie terrestre que no haya pisado pie humano durante un año y donde, por lo tanto, no hay política, que es sólo como el humo del cigarro de un hombre.



El pueblo, la villa, es el lugar al que se dirigen las carreteras, una especie de expansión del camino, como un lago respecto de un río. Es el cuerpo del que las carreteras son los brazos y piernas: un sitio trivial o quadrivial, lugar de paso y fonda barata para los viajeros. La palabra proviene del latín villa, que Varrón hace proceder, junto vía, camino, de veho, transportar, porque la villa es el lugar al que ( y desde el que) se transportan cosas. Para los que se ganaban la vida como arrieros se utilizaba la expresión vellaturam facere (transportar mercancías por dinero). La misma procedencia tienen el término latín vilis y nuestro vil; y también <>. Lo que sugiere el tipo de degeneración con que se relacionaba a los pueblerinos, exhaustos, aun sin viajar, por el tráfico que discurría a través y por encima de ellos.



Hay quien no camina nada; otros, lo hacen por carretera; unos pocos, atraviesan fincas. Las carreteras se han hecho para los caballos y los hombres de negocios. Yo viajo por ellas relativamente poco, porque no tengo prisa en llegar a ninguna venta, tienda, cuadra de alquiler o almacén al que lleven. Soy buen caballo de viaje, pero no por carretera. El paisajista, para indicar una carretera, usa figuras humanas. La mía no podría utilizarla. Yo me adentro en la Naturaleza, como lo hicieron los profetas y los poetas antiguos, Manu, Moisés, Homero, Chaucer. Podéis llamar a esto América, pero no es América; no la descubrió Américo Vespucio, ni Colón, ni ninguno de los otros. Hay más verdad sobre lo que yo he visto en la mitología que en ninguna de las denominadas historias de América.....




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#8

MULTIPLES CAMPOS DE BATALLA

Entre otras cosas, siempre habló de lo mismo. Contra la Totalidad. las multiplicidades. Contra el Aparato de Estado, máquinas de guerra. "¿Es posible que en el momento en que la máquina de guerra ya no existe, vencida por el Aparato de Estado, presente su máxima irreductibilidad, se disperse en máquinas de pensar, de amar, de morir, de crear, que disponen de fuerzas vivas o revolucionarias susceptibles de volver a poner en tela de juicio el Estado triunfante?". Destino de la máquina de guerra: o adaptarse al Aparato de Estado, en la forma de un disciplinado órgano militar; o volverse contra sí misma, múltiples máquinas. Máquina de multiplicidad. Múltiple ataque.
Entre otras cosas, siempre habló de lo mismo. Múltiple ataque contra la Totalidad. Contra el Aparato de Estado. Contra el Estado y contra el Aparato. Contra todo Aparato. "Sólo el pensamiento puede inventar la ficción de un Estado...". El Estado sólo puede pensarse. El Estado es un pensamiento. Estado de Pensamiento. Estado de Razón. Siempre habló de lo mismo. "El estado civil o de sociedad se asemeja al estado de Razón, y sin embargo, sólo se le asemeja, lo prepara o hace las veces de estado de Razón" (Spinoza: Philosophie practique). El Estado es un Pensamiento. Pensamiento de Estado. "Desde que la filosofía se ha atribuído el papel de fundamento, no ha cesado de bendecir los poderes establecidos y de calcar su doctrina de las facultades de los órganos de poder del Estado". El Estado es un Pensamiento. Pensamiento de Estado. Pensamiento Público. "...se desarrolla la oposición entre el pensador privado, el pensador-corneta, portador de la repetición, y el profesor público, doctor de la ley, cuyo discurso procede por mediación y toma su fuente moralizadora de la generalidad de los conceptos" (Différence et répétition). Deleuze máquina cometa, máquina de guerra contra el Aparato de Estado. Contra el Aparato de Pensamiento. El Estado inspira una imagen de pensamiento. Contra el Aparato de Razón. El pensamiento inspira una imagen de Estado. Contra el Aparato de Consenso. "El sentido común, la unidad de todas las facultades como centro del Cógito, es el consenso de Estado llevado al absoluto". El sentido común como consenso de Estado.

EN EL CAMPO DEL SENTIDO.

Entre otras cosas, siempre habló de lo mismo. Por las multiplicidades. Contra la Totalidad. Contra todo Aparato de Estado. Contra el Aparato de Consenso de Estado. "...la paradoja se opone a la doxa, a los dos aspectos de la doxa, buen sentido y sentido común" (Logique du sens). Deleuze máquina de guerra contra el Aparato de Sentido. "No encontraremos, jamás el sentido de alguna cosa si no sabemos cuál es la fuerza que se apropia de la cosa, que la explota, que se apodera ose expresa en ella" (Nietzsche et la Philosophie ). Siempre habló de lo mismo. No hay buen sentido, no hay buen sentido.. . "No hay más sentido propio o sentido figurado, sino una distribución de estados por el abandono de la palabra" (Kafka. Por une Iittéracure melindre ). Deleuze máquina de guerra. Máquina paradójica. "Las paradojas de sentido son esencialmente la subdivisión al infinito (siempre pasado-futuro y nunca presente) y la distribución nómada ( repartirse en un espacio abierto en lugar de repartir un espacio cerrado)". De una a otra. Del campo del tiempo al campo abierto.

EN EL CAMPO DEL TIEMPO.

Entre otras cosas, siempre habló de lo mismo. Multiplicidades. Siempre pasado-futuro y nunca presente. Deleuze con trae el Aparato del Tiempo Sucesivo. "En un caso, el presente es todo y el pasado y el futuro sólo indican la diferencia relativa entre dos presentes". Conos. Presente que absorbe. Presente que comprende la relatividad del pasado y del futuro. Rollo de Presentes. "En el otro caso, el presente no es nada, puro instante matemático, ente de razón que expresa el pasado y el futuro en los que se divide". Airón. Instancia absolutamente indivisible en pasado-futuro. Cada presente se divide en pasado y en futuro, ilimitadamente. Eternamente neutro. Forma vacía del tiempo. Conos & Airón, contra tres dimensiones sucesivas del tiempo. Contra Pasado, Presente & Futuro, dos lecturas simultáneas del tiempo. Contra el Aparato de Tiempo Histórico.

EN EL CAMPO DE LA HISTORIA.

Deleuze máquina de guerra contra el Aparato de la Historia. "Contrariamente a la historia, el devenir no debe pensarse en

términos de pasado y de futuro". Contrariamente a la historia... Contra la Historia. "¿Cómo encontrar suficiente inocencia para hacer historia universal?". Máquina motorizada contra el motor de la Historia. "La historia siempre es de la mayoría". Mayoría: Constante & Homogénea. "La mayoría supone un estado de poder y de dominación, y no a la inversa". Contra la Historia; contra la historia de la Mayoría. "No se trata de saber si hay más mosquitos o moscas que hombres, sino cómo `el hombre' ha constituído en el universo un patrón con relación al cual forma necesariamente una mayoría". Mayoría no es más. Mayoría es metro-patrón. "...la mayoría, en la medicomprendida en el patrón abstracto, nunca es nadie, siempre es Alguien... Hay un 'hecho' mayoritario, pero es el hecho analítico de Alguien, que se opone al devenir minoritario de todo el mundo". Por un lado, una idea: devenir minoritario. La historia es la de la mayoría. Contrariamente a la historia, el devenir... Siempre
habló de lo mismo. "...todo devenir, es un devenir minoritario". Por otro lado, un personaje: Alguien.

EN EL CAMPO DEL CUERPO.

Alguien. Alguien que es mayoría. Alguien que se opone a todo el mundo. Deleuze máquina de guerra contra el Aparato Mayoritario y contra Alguien. Se suman personajes. Contra los Aparatos, contra Alguien y contra Aquél. Aquél que organiza. Aquél que hacen un organismo. Aquél que hace el enemigo. "El cuerpo es el cuerpo. Está solo. Y no tiene necesidad de órganos. El cuerpo nunca es un organismo. Los organismos son los enemigos del cuerpo" (Comment se faire un corps sans organes? ). El 28 de noviembre de 1948, Gilles Deleuze máquina de guerra, declara la guerra a los órganos; para acabar con el juicio de Dios. "El juicio de Dios, el sistema del juicio de Dios, el sistema teológico, es precisamente la operación de Aquél que hace un organismo, una organización de órganos que llamamos organismo, porque no puede soportar el CsO, porque lo persigue, porque lo destripa para adelantarse y hacer que prevalezca el organismo. El organismo ya es eso: el juicio de Dios del que se aprovechan los médicos y del que obtienen su poder". Contra la Totalidad. Contra el Juicio de Dios.

EN EL CAMPO DEL ORDEN.

Entre otras cosas, siempre habló de lo mismo. Deleuze máquina de guerra contra el Aparato de Estado. Aquél no puede detenerlo. ¿Alguien podrá hacerlo? Máquina corporal contra el Aparato Organizado. Contra el Aparato Médico. Contra todo el Aparato Científico. "... no sería la primera vez que el orden de la ciencia vendría a garantizar las exitencias de otro orden", dice cuando ataca el Aparato Lingüístico. Siempre habló de lo mismo. ".. .el modelo lingüístico por el que la lengua deviene objeto de estudio se confunde con el modelo político por el que la lengua está de por sí homogeneiza-da, centralizada, standarizada, lengua de poder, mayor o dominante... La unidad de una lengua es fundamentalmente política. No hay lengua madre, sino toma de poder por una lengua dominante...".

L EL CAMPO DEL SACERDOTE.

Contra el Aparato Científico. Modelo Científico & Modelo de Poder. Máquinas de crear, de vivir, de amar, de pensar. Múltiples batallas en múltiples campos de batalla. Pero ninguna tan gustosa, ninguna tan estilizadamente gustosa (quizá también para él ), como la emprendida contra el Aparato Psicoanalítico. Por la multiplicidad. "¿Pero entiende el psicoanálisis algo de la multiplicación?

Esa hora del desierto en la que el dromedario de-viene mil dromedarios que ríen burlona-mente en el cielo. Esa horade la noche en la que mil agujeros se abren en la superficie de la tierra. Castración, castración, grita el espantajo psicoanalítico que siempre ha visto un agujero, un padre, un perro, donde hay lobos, un individuo domesticado donde hay multiplicidades salvajes" (Un seul ou plusiers loups?). "La verdad es que el hombre siempre es hombre de un clan, de una comunidad" (Empirisme et subjetivité). "¿Quién ignora que los lobos van en manada? Nadie, salvo Freud. Lo que cualquier niño sabe perfectamente, Freud lo desconoce... Freud sólo conoce el lobo o el perro edipidizado, el lobo-papá castrado castrador, el perro atado,. el Sí... Sí... del psicoanalista...Freud intentó abordar los fenómenos de multitud desde el punto de vista del in-consciente, pero no vio claro, no veía que el propio inconsciente era una multitud. Miope y sordo, Freud confundía las multitudes con una persona". Multiplicidad, esa hora del desierto... Ni un solo comentario. Desierto campo de batalla. Terrible y terminante, Deleuze máquina de guerra. Máquina aplanadora contra el modelo psicoanalítico, como contra todo Modelo o Aparato. En todo tiempo, pasado y futuro. En todo lugar, espacio abierto.



EN CAMPO ABIERTO.

Entre o-tras cosas, siempre habló de lo mismo. Del campo del tiempo al campo abierto. Multiplicidades. Máquinas de pensar, de morir, de crear, de andar. Subdivisión al infinito y distribución nómada. De una a otra. Multiplicidad, esa hora del desierto... Repartirse en un espacio abierto en lugar de repartir un espacio cerrado.

"...por más que el trayecto nómada siga

pistas o caminos habituales, su función no es la del camino sedentario, que consiste en distribuir a los hombres en un espacio cerrado, asignando a cada uno su parte y regulando la comunicación entre partes. El trayecto nómada hace lo contrario, distribuye los hombres en un espacio abierto, indefinido, no comunican-te". Espacios abiertos; espacios cerrados. Espacios lisos; espacios estriados. Máquina topadora. Desierto. Nomadismo. Sedentarismo. "Para cualquier Estado no sólo es vital vencer al nomadismo...". "Una de las tareas fundamentales del Estado es la de estriar el espacio sobre el que reina, o utilizar espacios lisos como me-dio de comunicación al servicio del espacio estriado". El espacio como red de comunicación. Polis, poder de Estado. Toda máquina de guerra contra el Poder de Estado. Gilles Deleuze contra el Poder de Estado.

UN DÍA EL SIGLO SERA...
http://www.pensamientopenal.com.ar/nhd/nhd/nhd0117.html


&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#9

La máquina de guerra en tanto invención nómada:

1. Un aspecto espacial geográfico.
2. Un aspecto aritmético.
3. Un aspecto afectivo.

1. Aspecto espacial geográfico: El nómada se desplaza por espacios lisos. Los trayectos determinan los puntos. Los nómadas se mueven o permanecen, en un lugar de la naturaleza que no está fijado por estrías o demarcaciones estables, sino que movimiento y permanencia están determinados por velocidades, intensidades, devenires. Estos hombres van de un lugar a otro como consecuencia de una necesidad de hecho, lo cual genera una distribución espacial de los sujetos en un espacio abierto no comunicante. Al contrario de los espacios sedentarios que son estriados por muros, lindes, el espacio nómada está marcado por trazos que se borran, irregulares. No olvidemos, a este respecto, que la comunicación es una de las obsesiones del Estado.

3. Aspecto afectivo: Afectos, en la teoría que nos ocupa, significa algo así como provocar una conmoción en otro o en una cosa. El aspecto "afectivo" de la máquina de guerra está dado en que la existencia nómada tiene por afectos las armas, armas que proyectan la desterritorialización. El afecto es la descarga rápida de la emoción, de la respuesta. Los afectos son proyectiles tanto como las armas. Desde este punto de vista, se puede combinar el paso del Estado inmóvil del guerrero a la velocidad pura, con la relación reposo-velocidad de la máquina de guerra.

&quot;Ni los muertos estarán seguros si el enemigo gana&quot;<br /><br />W. Benjamin
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#10

Que tema!... eh!


Y hoy en un reproche, negaba el aspecto nómada de mi! Sin embargo al leer sobre esto... me dá una mejor comprensión, no sé me siento hasta ligera! =)

Hubo muchas cosas que me parecieron muy interesantes, y vuelvo a mencionar algunas ideas, que me sorprendieron:
  1. Lawrence afirma que los árabes, por mucho que los despreciaran, nunca habrían alzado un dedo contra los turcos si estos les hubiesen dejado ser libres de decidir su propio destino.
  2. Saunterer, en el recto sentido, no lo es más que el río serpenteante que busca con diligencia y sin descanso el camino más directo al mar.
  3. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre; si es así, estás listo para una caminata.
  4. Llegar a ser caminante requiere un designio directo del Cielo.
  5. Ambulator nascitur, non fit [el caminante nace, no se hace].
  6. No encontraremos, jamás el sentido de alguna cosa si no sabemos cuál es la fuerza que se apropia de la cosa, que la explota, que se apodera ose expresa en ella" (Nietzsche et la Philosophie ).
  7. "¿Quién ignora que los lobos van en manada? Nadie, salvo Freud. Lo que cualquier niño sabe perfectamente, Freud lo desconoce...
Gracias Tatanka =)

Lux

lux
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